sábado, 3 de junio de 2017

Ni por esas

Hace como dos semanas todos los focos del track motorsport estaban focalizados, valga la redundancia, en un sólo lugar: Indianápolis. Las expectativas no podían estar más arriba, el "rookie" Alonso había dejado estupendas sensaciones en todos los test y en las clasificaciones, el Mclaren-Andretti Honda parecía plenamente competitivo... todo el plan trazado en pos de recuperar crédito, prestigio, patrocinadores... iba según lo previsto o incluso mejor viendo cómo rendía el bicampeón en carrera, (teniendo en cuenta que nunca sabremos qué esperaban ellos mismos realmente) liderando durante más de veinte giros, usando los rebufos como un veterano más (con librada incluida en un momento dado), manteniéndose al "acecho" en cada relanzada y pit stop, por primera vez en casi tres años el motor Honda pasaba totalmente desapercibido ( aunque ya había dado avisos en otros coches) y la victoria era una opción real.

Pero entonces llegó el fatídico momento y ni siquiera por una sola carrera el motor japonés respetó el extraordinario momento de forma por el que pasa Alonso (y que irremisiblemente se desperdicia semana tras semana, año tras año y no sólo ahora con Honda). Con sólo haber completado la carrera el éxito habría estado asegurado pero ni por esas. El remedio ha sido peor que la enfermedad y por mucho que halla quien diga que Alonso sale reforzado por su excelso debut en una disciplina tan diferente (el asturiano lleva saliendo reforzado por su pilotaje desde 2015 ya), al final el fracaso de su motorista lo condena todo y lógicamente ya pocos consuelos quedan por no decir ninguno.
Este era el plan de emergencia y no ha dado resultado. Honda no es competitiva ni en F1 ni en Indicar, con hasta tres roturas de motor en estas 500 Millas, quizá debiera Mclaren montar un "chevy"

Y en estas que unas horas antes se celebraba un irremediablemente eclipsado GP de Mónaco a pesar de los intentos de Lewis Hamilton por atraer la atención mediática para sí dejando por los suelos a la Indycar y a los que corren en ella mostrando su peor cara, esa que a much@s gusta y que sin duda alimenta el "negocio" pero indigna de un tricampeón como es el británico. No sé si sería el karma, el destino o qué, pero la boca-chancla de la que hizo gala fue castigada todo el fin de semana desde los libres hasta la bandera de cuadros. Dicen que cuando uno escupe hacia arriba le acaba cayendo encima y a Lewis " boca-chancla" Hamilton le pringó pero a base de bien su propio escupitajo y yo que me alegro. Después y para rematar un orgullo ya bastante herido tras su peor fin de semana en años, el zas en toda la boca de Tony Kanaan (cuyo parecido con Vin Diesel es bastante razonable) no pudo ser más oportuno ni más "dañino" ; se echan de menos tipos en F1 que reprochen así.

Muy en lo cierto está el brasileño porque lo de estos años atrás era un certamen de dos coches en el que todos los demás se limitaban poco menos que a apostar qué Mercedes ganaría cada fin de semana
Obvio es que eso ya no se da pero el daño que ha sufrido Mercedes parece desproporcionado cualitativamente y por la rapidez en que se ha producido. Obviando que Rosberg es mucho mejor piloto que Bottas, el problema de base parece estar en la mal rendimiento que el W08 obtiene de los Pirelli actuales, algo que no se daba en Stuttgart desde sus inicios en 2010, lo que unido a la hasta ahora crónica mala gestión de las estrategias desde el muro pues produce en conjunto un bajón de rendimiento importante en según que trazados, siendo Mónaco uno de los propensos a enfatizar esas carencias.
Todavía no estoy seguro de cómo Hamilton con semejante coche pudo quedarse fuera de la Q3 como tampoco es muy normal que Bottas perdiera el podio a poco se se sepa leer la carrera; una carrera que a falta de adelantamientos por la idiosincrasia de su trazado más la dificultad que entrañan para ello los nuevos coches ( y los que osaron intentarlo acabaron malamente como Button o Pérez) nos dejaron en cambio una "guerra" de estrategias que también tiene su encanto pese a que algunos no sepan disfrutarlo, y que pese a todo, también es F1 en estado puro.
En estas lides normalmente Red Bull suele sacar tajada y le "levantó" el podio a Mercedes con toda justicia, sacrificando a Verstappen en el intento el cual salió "tocado" de un circuito donde las manos y el chasis hablan más que el motor; parece que la chispa del holandés está mojada.

La vida se basa en ciclos y el de Mercedes está en el ocaso por lo visto ( lo que se buscaba por otro lado) dejando por fin paso a una Ferrari que no veíamos desde los tiempos del "Kaiser"en los que éste y Barrichello "jugaban" al despiste para terminar en el orden que la lógica dictaba. Entonces tenían coche para ello, y ahora lo vuelven a tener, junto a una "marioneta"  o "liebre" que se "preste" al juego del despiste. Ese "fulano" no es otro que Raikkonen el cual a estas alturas debiera saber cuál es su rol en vez de poner el morro torcido en el podio y entrevistas. Esta Ferrari se echaba de menos y es la Ferarri que habríamos querido ver con Alonso pero no hubo ocasión. Ahora parece que han vuelto para quedarse (que Vettel haga el ganso en el podio es un buen síntoma) y es entonces cuando uno se da cuenta que la Scudería tiene algo especial que ningún otro equipo destila, esperemos que Liberty Media se dé cuenta de ello y no les retiren el plus de antigüedad.

Tras todo esto, cabe resaltar por supuesto la buena carrera de Carlos Sainz  en las mismas circunstancias en que por ejemplo Verstappen salió "escocido" con un coche sensiblemente mejor. Es el cuento que se repite, el madrileño tiene manos para mucho más que estar en un equipo satélite y eso lo saben hasta en la Indy; la buena noticia es que el fin de esta etapa es cuestión de meses y hasta con un Haas podría subir al cajón en algún GP. Los americanos han brillado en el circuito más mediático del año y dada precisamente su condición es mucho. Cierto que sus coche goza de muchos beneficios italianos pero esa ha sido su acierto mayor y se les debe reconocer. Hoy por hoy son la alternativa a los seis "intocables", alternativa que Williams nunca debió abandonar pero que ya ni de lejos alcanza. Su bagaje es poco mejor que Mclaren o Sauber y sus pilotos, por viejos o por falta de muchas cosas, entre ellas sangre y cabeza, ( Stroll sigue sin demostrar nada) no dan el nivel mínimo; qué pena de historia por el sumidero.
 Como por el sumidero se fue Mclaren en esta su peor carrera de Mónaco como equipo en muchos muchos años, sino de la historia. Sin el haz de luz que significa tener a Alonso al volante (esta vez se ha visto como nunca que en verdad el asturiano da un plus inestimable en muchos sentidos)  el rendimiento en carrera ha sido más que indigno. Cuando el coche no fallaba eran los pilotos los que no daban una a derechas y aquí no sé a quién reprochar más cosas si a Vandoorne por no demostrar si quiera algo ( sólo lo hizo en Q2 y va y la jode después) o a Button por su falta de sangre fría como veterano que es ( y campeón también si, aunque no lo parezca ya). Vaya suplencia que hizo el británico, mucha tontería con mearse en el asiento (esta coña con Alonso por radio fue lo más positivo en tres días para el equipo) pero al final acaba estampando a Wehrlein, abandonando él mismo y sancionado por la FIA hasta en la Superlicencia.

Entre Indy 500 y F1 con menos de 24 horas de intervalo, Honda acumuló cinco abandonos como motorista, demasiados fracasos como para que una mera evolución de la unidad de potencia en el MCL32 (que tampoco veremos en Canadá) lo vaya a mejorar o a encubrir, y esta sí que sí parece la última oportunidad real para cambiar el rumbo... o mantener a Alonso; el bicampeón sin duda es el núcleo alrededor del cual giraba el proyecto de la unión entre británicos y japoneses, sin él, cuál será el rumbo? Quién se atreverá a liderar un proyecto fracasado en cuatro años? Se retirará Honda?


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