sábado, 19 de enero de 2019

El Dakar, Toyota...y Alonso

Un nuevo año cumplido y un nuevo año por disfrutar...empezando por el Rally Dakar como "aperitivo" del que se antoja como uno de los más emocionantes Rallies de Montecarlo de todos los tiempos, histórico sin miedo a exagerar porque el piloto con más títulos mundiales va a estrenarse por primera vez con una marca distinta a su "querida" Citröen desde 2002, año de su debut en el Mundial.
Estamos a menos de una semana para que comience una temporada histórica en el WRC y por ello ni tan siquiera a la ceremonia del podio final del Dakar pudieron asistir Loeb y Elena, priorizando su primera toma de contacto real con el Hyundai I20 a una muy prescindible celebración para "festejar" un tercer puesto en la carrera sudamericana que sin duda habría sido más agrio que dulce.

Como aficionados al motor que somos y más aún por los lazos que unen al Mundial de Rallies con el Dakar en los últimos tiempos, es menester comentar lo que ha dado de esta controvertida edición recién concluida.
 No pocas fueron las voces que se alzaron, primero cuando saltaron los rumores sobre las negativas de Chile, Argentina o Bolivia para albergar la carrera y después con la publicación del recorrido final elegido, íntegramente en Perú y con desierto casi en su totalidad.

Como consecuencia de dicha decisión, tomada "in extremis", se redujeron las etapas a diez...y ahora sabemos por qué; de hecho me atrevo a decir que incluso diez han sido demasiadas viendo cómo se han tenido que recorrer los mismos trayectos en diferentes jornadas y cómo muchos participantes se han quejado de ello por la pérdida del factor aventura como consecuencia...roadbook aparte.
Dicho elemento esencial ha sido también foco de críticas por los que tienen más capacidad para juzgarlo porque son los que tienen que seguirlo "a pies juntillas" día tras día y si éstos (en motos, coches...) dicen que está mal hecho hasta el punto de poner en riesgo su integridad fisica...será por algo; y no debieran algunas voces autorizadas limitarse a "tapar el culo" a sus ex-compañeros aludiendo a la falta de opciones y tiempo como excusas para presentar un elemento tan esencial a los profesionales y amateurs que tanto dinero arriesgan (el de los sponsors y el suyo propio).

Con semejantes conclusiones, habría sido mejor cancelar la carrera este año?
  • Comercial y publicitariamente hablando no claro, sobretodo para la marca Dakar (o mejor dicho ASO, quien la organiza y tiene sus derechos de explotación) dado que la no celebración sería vista como una incapacidad evidente como organizadores y podría ser muy negativo en el futuro para con otras carreras de similar naturaleza.
  • Desde el punto de vista deportivo sería más discutible y quizá sí podría haber sido coherente no correr dadas las condiciones encontradas que han desvirtuado notablemente el formato original de la carrera, el cual no se basa única y exclusivamente en la dureza.
También han habido voces que han celebrado este formato con no pocas etapas con mismo comienzo y final en las que los equipos de asistencia se veían beneficiados por no tener que hacer kilometrajes desmedidos para llegar al siguiente campamento día tras día; y es entonces cuando a éstos habría que recordarles que el Dakar es precisamente eso,ya que la aventura que se busca y exige en esta carrera viene irremediablemente dada por avanzar un día tras otro sobre nuevos territorios; para todo lo demás ya existen otras competiciones.

Quizá el problema venga por la excesiva profesionalización que algunos equipos privados (con soporte de fábrica) y otros equipos oficiales con propios departamentos de competición han ido añadiendo a lo que un día fue una carrera cien por cien amateur. Hoy en día son auténticas caravanas las que "persiguen" a los coches de los equipos prioritarios con cientos de kilos en repuestos ( por no hablar de los hospitalities que parecen sacados casi del WRC) y quizá eso es lo que tendría que ser acotado.

Con la "esperanza" de retornar a su origen africano a menos de un lustro vista y a pesar de lo dicho anteriormente, esta controvertida edición dakariana nos ha deparado emoción y sorpresas después de todo.


TOYOTA Y SU TRIPLE CORONA

Con el adiós de Peugeot, parecía que los años de dominación por parte de un solo equipo habían terminado ( y por si acaso, en ASO se encargaron de prohibir por reglamentación el exitoso 5008DKR Maxi)  y he aquí que a lo mejor está por llegar otra dominación... proveniente del más extremo oriente ( y no sólo en términos deportivos). Con un formato basado en el desierto, la confrontación buggy vs 4x4 se ha hecho interesante con los Mini y el Peugeot privado de Loeb (ganador en 2017) por un lado y los Mini "clásicos" y los Toyota por el otro.
Mucho se hablaba de que los 4x4 no tendrían mucho que hacer en las dunas y parece que, tanto por lo visto este año como el pasado, no es del todo cierto y realmente influye más la fiabilidad mecánica que el rendimiento puro y la velocidad, amén del talento que pueda aportar el piloto en cuestión.

En este sentido, varias son las voces que abogan por una unificación en tanto en cuanto a los coches permitidos y en concreto a prohibir los buggies...sinceramente no sé muy bien por qué dado que ya está más que comprobado que éstos no son determinantes en las dunas como parecía y en cambio si representan un estímulo de cara a la competitividad y al espectáculo.

Con un planteamiento de la "vieja escuela" en su vehículo ( motor atmosférico V8 de gasolina y 4x4)
Toyota y su equipo satélite llevan apostando fuerte y desarrollando un coche que lleva ya dos años en condiciones de ganar y si en 2018 fallos mecánicos les impidieron dar más guerra a Peugeot, en este 2019 se ha visto que con un coche fiable y robusto el desierto y sus dunas no han podido frenarles.
Yo sinceramente pensaba que Loeb sería un rival temible por coche ( aunque el mismo Loeb admitió que las unidades de 2016 y 17 tenían defectos de forma que sólo se solucionaron con el ya prohibido Maxi) y también por ritmo y velocidad, factores estos que quizá por edad o por puro talento son notablemente mayores en el francés que en el resto, Sainz incluido. 
Como digo, el francés parecía ser el mayor enemigo de Toyota dado que los Mini de Sainz, Després y Peterhansel estaban muy justos de kilometraje previo y sinceramente, Nani Roma tiene bastante menos nivel al volante.

Por ello fue lógico comprobar que enseguida la dupla Loeb-Elena demostrara un altísimo ritmo y de no mediar fallos mecánicos ni del roadbook, la pelea con Al-Attiyah habría sido antológica y con éste corriendo al cien por cien los diez días el resultado bien podría haber sido distinto...o incluso mejor porque ganar con una exigencia hasta el final se saborea y sobretodo se "vende" mucho mejor.

Y he aquí que lo logrado por Toyota en este 2019 pasará a la historia del automovilismo mal que le pase a unos cuantos que ya han intentado echar por tierra una triple corona ganada a base de buen trabajo y no por falta de competencia como esos malintencionados intentan socavar. El hecho de triunfar en modalidades tan dispares entre sí es sobrada muestra de su capacidad como fabricante y devuelve a las marcas japonesas al más alto nivel mundial después de unos cuantos años sombríos para éstas, y más ahora con la errática travesía que sigue sin enderezar Honda en la F1.

Y la cosa no termina aquí, porque además de ese inédito triplete y del que a nivel personal haya podido conseguir Al-Attiyah con esta su tercera victoria con un tercer coche distinto, tenemos la figura de Fernando Alonso "planeando" en la sombra un posible desembarco en los raids que más que posiblemente será una realidad en cuestión de meses con el construrtor japonés y el qatarí como instructor de lujo. 
Durante las últimas semanas se ha venido hablando casi igualmente del transcurrir de la carrera sudamericana que del cúando y cómo sería esa introducción a los raids del bicampeón español de F1.
Y es que si hay algo que se le deba reconocer al piloto asturiano es la imagen que tiene y la repercusión que genera con lo que sea que quiera hacer o decir; por los intangibles de la vida, el estar en el momento adecuado en el sitio oportuno...Toyota fue la marca elegida por el español para su asalto a Le-Mans y como el hambre por explorar del asturiano sigue sin estar saciada y Toyota tiene más "juguetes" para probar pues el negocio está servido ( por lo visto en el salón de Detroit con el nuevo Supra, parece que la unión entre japoneses y español es a todos los niveles).
Además de tener ya pactado un plan para probar y correr con el Hilux con vistas al Dakar de 2020, el asturiano ha mostrado interés en subirse al Yaris WRC, con lo que ello podría significar en todos los aspectos que podamos imaginar, de imagen, impacto mediático, publicitario, etc etc.
Obviamente, el que un día de estos veamos a Alonso en un rally competitivo es una quimera por diferentes motivos pero el mero hecho de que se hable de ello es ya oro puro.