jueves, 7 de junio de 2018

El caso Meeke, su origen y consecuencias

El despido de Kris Meeke se antoja como la noticia del año hasta la fecha en el Mundial de Rallies y por ello, y a pesar de que para much@s haya sido algo esperado, no podemos dejar de dedicarle unas palabras aún en el fragor del inminente Rally de Cerdeña.

La pregunta que inmediatamente me surgió al conocer tal decisión del señor Pierre Budar (si es que de verdad fue él quien lo decidió que no lo parece) es esta: por qué ahora y no antes? Acaso no es de sobra conocida la especial conducción que tiene o ha tenido siempre el nor-irlandés?
Se dice pues que la decisión real ha venido de altas instancias más allá del equipo de rallies y la verdad es que igualmente resulta curioso porque en fechas no muy lejanas se pudo ver a Linda Jackson,(CEO de Citröen , o dicho en castellano "la jefaza") apoyando al equipo presencialmente en algún rally que otro y por aquel entonces parecían todos muy conformes; qué ha pasado por tanto?
Acaso el impacto mediático de este último tortazo ha sido demasiado violento (para la propia marca y su imagen) como para olvidar que Meeke ha sido el único piloto que ha llevado a la victoria a Citröen desde 2013?  Parece que si y no es esta la primera vez que Citröen "agradece" de esta manera tan decorosa los servicios prestados a sus mejores pilotos porque en 2015 ya lo hizo con Loeb.

Algunos dirán que se veía venir y que el propio Meeke se lo ha puesto en bandeja con excesivas salidas de carretera (sobretodo muy seguidas en el tiempo) pero con todo y con eso creo que Citröen se ha equivocado tanto en las formas como en el fondo y esta última decisión para con el piloto nor-irlandés no es más que otra consecuencia de una pésima y terrible política de actuación en el WRC  que ya viene de lejos por cierto, (concretamente desde el 2011), y por tanto desde mi humilde punto de vista el que ahora han querido dejar de villano no es más que una víctima.

 Para explicar esto último y como ya he citado, debiéramos retroceder siete años atrás y acordarnos de la escabechina que hizo en su día el señor Olivier Quesnel cuando después de "deshacerse" de Sordo en favor de Ogier no dudó después en mirar para otro lado cuando éste empezó a pensarse seriamente el irse de Citröen en vez de tener unas miras mucho más amplias y darse cuenta de que Loeb, por mucho que se sintiera importunado por un jovenzuelo en exceso arrogante, estaba en el ocaso de su carrera y ese jovenzuelo arrogante era el sustituto perfecto para seguir cosechando éxitos durante años como sí supieron ver en VW (que tampoco había que ser muy listo para verlo).

Aquella decisión dejó descabezado al equipo más potente del WRC en el s.XXI durante varios años, y aún hoy sigue descabezado porque los caminos tomados posteriormente no fueron mejores que los primeros; me estoy refiriendo a la "patada en el culo" que le dieron a Loeb en 2015 por el único motivo aparente de querer correr el Dakar con Peugeot (marca hermana de PSA); un acto de ingratitud sublime sin precedentes para con el piloto que les dio todo.
Así con esas ya estaba desde 2014 Kris Meeke en un equipo con más ganas de irse del Mundial que de quedarse y que de nuevo en otra decisión muy discutible por parte de su team manager de turno (Yves Matton) le confió la responsabilidad y presión de ser piloto nº 1 a un tipo cuya trayectoria mundialista se limitaba hasta entonces a diez rallies en unos ocho años y cuyo mejor resultado era un P4 en Gales en el ya entonces lejano 2011 con el Mini de Prodrive (que no de BMW).


Cualquiera que eche un ojo al historial deportivo de Meeke se dará cuenta de que el buen nor-irlandés nunca dispuso de programas consolidados para poder "quemar" las etapas requeridas y madurar y perfeccionar el innegable e innato talento que tiene (si Colin se fijó en él algo le vería) para pilotar al máximo nivel y ganar rallies (aún así ganó el IRC en 2009); de ahí es fácil deducir la conducción demasiado alocada e incluso fuera de control pero al mismo tiempo muy rápida de la que hace gala y que le ha llevado, por una concatenación de circunstancias, a estar en el "paro".

Dicho todo esto, era casi lógico que un piloto con el currículum de Meeke no pudiera manejar la situación de llevar a su espalda el peso de un equipo como Citröen aunque al menos le dieron la oportunidad; y aquí es donde la responsabilidad cae en la persona que decidió darle esa oportunidad.

De hecho demasiado bien lo ha hecho el nor-irlandés porque ha sido capaz de ganar en diferentes rallies de tierra e incluso sobre asfalto tanto con el DS3 primero como con el C3, cuando otros en mejor situación  incluso no hicieron casi nada ( léase Sordo, Hirvonen u Otsberg).

Por eso me parece tan criticable el modo en que han decidido "darle boleto", rayando la humillación incluso como dejando ver que le bajan del C3 por su propia seguridad dada la potencial gravedad de sus accidentes en una clara alusión a su vez de su supuesta incompetencia, cuando la verdadera incompetencia la tienen ellos por,primero, deshacerse de un piloto capaz de ganar rallies en tierra y asfalto (cosa que muy muy pocos pueden) y segundo, por no complementar lo buen "escudero" que podría ser Meeke con otro top driver a su lado que le quitara presión de encima literalmente hablando
Ese "otro" podría y debería haber sido Andreas Mikkelsen que con muy pocos kilómetros en el C3 ya dejó mensajes muy concisos de su potencial antes visto en VW (y que por ahora está oculto en Hyundai) pero en el enésimo error de Matton y vaya usted a saber de quién más dejaron marchar al noruego de un modo un tanto soberbio añadiría como si tuviesen ya firmado a Ogier,(aquel al que despreciaron y que me da que él sigue recordándolo).

Con Lefebvre y Breen sobreviviendo en medio de la tempestad (lo del irlandés es muy meritorio dada la poca confianza que le prestan, siguiendo la línea errática) tuvieron que "bajarse los pantalones" con Loeb para de algún modo enmascarar tanta metedura de pata y de paso mejorar su imagen de marca... pero ni con esas porque el nonacampèón a pesar de mantener un ritmo brutal cometió errores quizá un tanto reprochables y que pasaron injustamente inadvertidos en comparación por ejemplo con otros de Meeke.

Desde entonces hasta ahora la lista de calamidades cometidas es inaguantable para una estructura que pretenda si quiera pelear campeonatos y así están, últimos y descolgados por segundo año consecutivo de ambos títulos.
Luego, cuando uno escucha los nombres que se barajan para de algún modo suplir en 2019 (sino antes) a Meeke (Sordo y Paddon parece que alguno saldrá seguro de Hyunday y quién sabe si Latvala...) y cuando se escuchan a su vez equipos como Toyota o Hyundai interesados en el nor-irlandés por motivos obvios que ya hemos dicho antes pues parece que el fracaso es a lo que seguirá estando abocado Citröen (ni español ni neozelandés son pilotos para liderar un equipo, y tampoco ganan más rallies que Meeke).
Lo más razonable creo podría ser que hiciesen una buena oferta a Mikkelsen o en su defecto a Latvala en caso de que éste se fuese o le "empujasen" de Toyota; no veo más de donde "rascar" si no es para estar igual o peor porque de nuevo "ofrecer" a Loeb un asiento a tiempo completo...  él para empezar ya ha dicho que no tiene tiempo ni ganas y sería pan para ahora y ya está.
Y lo de Ostberg pues no pasa por ser un buen piloto que aporta financiación pero hasta ahí.

Sigo escuchando que Ogier sería el objetivo para Budar y yo no veo al francés a estas alturas con ganas de irse de M-Sport (donde está muy a gusto) ni de empezar otro proyecto a medio plazo con 5 títulos ya en el bolsillo; de haber querido lo habría hecho el año pasado

Y todo eso mientras tipos como Pontus Tidemand  siguen "matando" el tiempo en el WRC2 con el potencial que parece tener y que de seguir así al final se quedará como Juho Hanninen o Jan Kopecky... dicho con todo el respeto por supuesto.


sábado, 2 de junio de 2018

Decepciones y esperanzas

Eso es lo que nos deja el Rally de Portugal incluso días después de haberse terminado... con esa noticia bomba (o quizá no tan bomba) que suponía el despido fulminante de Kris Meeke... como si antes de eso no hubiesen sucedido cosas lo suficientemente interesantes e inesperadas (y no todas buenas).
Dejando de momento a un lado esta nueva vuelta de tuerca al despropósito de año (continuación del anterior) que está teniendo Citröen, nos encontramos con que rozando ya el ecuador del campeonato la lucha por ambos cetros mundiales va a estar calentita como hacía años, demasiados, que no se veía.

Hace unas semanas argumentaba que si Neuville o Tanak querían tener opciones reales al título debían imperativamente desbancar a Ogier del liderato por el mismo antes de llegar a Alemania y la verdad es que por un lado es muy buena señal para el futuro más inmediato del Mundial que Ogier halla cometido un fallo de pilotaje y que ahora mismo se vea a sí mismo (y por todos los demás) en una posición vulnerable, pero quizá venga demasiado pronto. 
De haberse visto en esas tras disputarse Turquía seguramente Ogier estaría preocupado de verdad pero a estas alturas el colchón todavía es consistente porque sin ir más lejos en Cerdeña (y quizá también Turquía) Neuville abrirá pista y alcanzar siquiera el podio con terreno seco será casi un milagro... aunque para su fortuna ( y la de aquellos que queremos igualdad hasta Australia) Ogier saldrá justo por detrás y le va a ocurrir tres cuartos de lo mismo: lo cual quiere decir que llegar al último día "de una pieza" para pelear el PS será vital porque más que nunca cada punto va a contar mucho (ya  comenté las ganas que puso M-Sport en recurrir la sanción de Ogier en México por esto mismo y que les han rechazado).

Así como me alegro de que Ogier por fin cometa "errores humanos" me alegro casi más de que también por fin los que deben aprovechar esos errores que no suceden casi nunca lo hallan hecho.
Me pasé todo el fin de semana esperando que algo pudiera fallar en el Hyundai de Neuville como si pasó en el de un Mikkelsen que no le sale un tramo a derechas ni rezando, (con lo bien que iba en 2017 con el C3) e incluso en el de un Sordo que acostumbra a empezar muy fuerte sobre tierra para después por diferentes motivos un tanto confusos (no olvidemos las demasiado tardías penalizaciones) y que quizá se podrían resumir en falta de confianza por "pequeños detalles" de set up y/o neumáticos le resienten en su rendimiento ( sabido es que el cántabro baja mucho si no está cien por cien cómodo con el coche); incluso por si le ocurría algo similar a lo de Paddon (que fue lo que les habría ocurrido a Tanak y Latvala de haber intentado esquivar sus respectivos "pedrolos").
Pero para variar, por una vez el belga pasó de resignarse a no poder apenas aguantar el ritmo de Ogier a manejar la carrera "sobrado", dosificando y apretando donde sabía que podía hacerlo para quizá poner la primera piedra a su ansiado primer cetro mundial, valga la redundancia.
No obstante el rally para Hyundai ha sido realmente malo en mi opinión  y sigue con sus mediocridades; tres coches de cuatro con problemas y perdiendo puntos con M-Sport estando Ogier fuera. Difícil de asimilar.

Por contra, de nuevo la formación de Malcolm Wilson consigue salir "más que vivo" de una situación a priori muy complicada del modo más inesperado y con algunos factores externos (o quizá no tan externos) que sin duda ayudaron, como fueron las dichosas penalizaciones de las que luego hablaré.
Después de Gales en 2017 (con las Dmack no olvidemos), nada había vuelto a mostrar Evans realmente y bueno, lo cierto es que cuando más lo ha necesitado su equipo ahí ha estado; la pregunta es si será capaz de estar ahí cuando otros top drivers estén en la lucha y no en la cuneta; yo sigo viéndole algo pero lo enseña muy de cuando en cuando y no es suficiente.
En cambio, el que sí lo está demostrando es Teemu Suninen, que ya en  2017 en Finlandia rozó el podio y con cuatro carreras subido a un WRC ya sabe como es el cajón. Un auténtico diamante que ya parece estar puliéndose y que junto a Pontus Tidemand (quien de nuevo arrasó en el WRC2 y al que sólo otro diamante en bruto como Kalle Rovanpera parece sacarle de sus casillas) representan la nueva hornada (al sueco empieza a pasársele el arroz si no consigue dar el salto este año,cosa que no entiendo por cierto cómo ningún equipo le ha dado ya un volante) con otro imberbe chaval pisándoles los talones,léase Kalle Rovanpera.

Y ya que sale el nombre de Rovanpera, toca hablar de Toyota y de un rally más que desgraciado para el equipo que venía con mejor inercia de todos para con ambos títulos; en pilotos, Tanak parecía un obús y estoy seguro habría ganado de no haberse "zampado" un pedrolo gigante que nadie sabe muy bien cómo demonios pudo acabar en medio de la trazada habiendo pasado tan sólo dos coches antes
(Ogier y Neuville). Obviamente la presión ahora es mayor y el margen se estrecha pero tiempo aún tiene para volver a "inmiscuirse"; yo sigo confiando porque el coche responde y él me parece el mejor piloto tras Ogier.

En algo menos de estima tengo ya al bueno de Latvala, y me temo que en Toyota también porque la verdad es que sus resultados este año están siendo pésimos: tres "roscos" y sólo un tercer puesto en Montecarlo. Sin embargo, Makinen demostraría ser muy ingrato de ser cierto que ya le están buscando sustituto (que me temo lo es), porque no olvidemos quién fue el que estuvo poniendo a punto el Yaris en 2017 y sufriendo sus problemas de juventud cuando luchaba por victorias y poniendo a la marca en el punto de mira mediático de nuevo: no fue ni Hanninen ( bueno quizá éste les puso en las miras por sus golpes) ni Lappi ( quien sigue un tanto gris y perdido con montas de neumáticos).
Fue Latvala, y creo que el finés por trayectoria y profesionalidad merece mucho más que ser puesto en duda por un chavalín que aún no sabe lo que es un WRC (hablo de Rovanpera).

Mi resumen de Portugal, es que con menos medios que los demás M-Sport sigue aguantando los arreones de los equipos oficiales ( ellos no lo son al cien por cien recordemos) y eso que Ogier acabó en la cuneta; la lectura es que algo siguen haciendo mal los demás, demasiado mal.

Y ya que hablamos de cosas mal hechas, y por poner un debe en la muy buena trayectoria del "Malcolm Wilson Team" y al hilo de la sutil acusación de Dani Sordo acerca de una "mano negra" instigadora tras las penalizaciones otorgadas durante el rally (que finalmente se ha sabido eran muy ciertas...) hay que decir que todo ha venido "gestado" por el rechazo a la apelación de M-Sport para con la sanción impuesta a Ogier en México durante aquel ya famoso PS; según parece en M-Sport estuvieron "susurrando" al oido de los comisarios para que a Sordo le "metiesen" los 10 segundos y de ahí viene la tardanza en aplicárselos... junto al inexplicable modo de aplicar tiempos en el tramo donde Paddon bloqueó el camino y en el que de nuevo Sordo fue perjudicado y algún Ford beneficiado, qué curioso.
No obstante,en Hyundai por lo visto aprenden algunas cosas más deprisa que otras y depués fueron ellos los que "susurraron" a los comisarios para penalizar a Lappi.
Un auténtico despropósito indigno de un campeonato mundial que mancha también un rally tan bueno como el portugués además de por supuesto dejar a los comisarios como unos peleles.
La FIA debiera tomar cartas en el asunto (igual que hizo con los Power Stage) y en mi opinión
deberían sancionar tanto a M.Sport como a Hyundai por su conducta en la sombra.