sábado, 26 de junio de 2021

Normativa WRC Vol.III . Montecarlo 2003 "la era Loeb"

 Este año 2003 también puede considerarse dentro de la recordada "Edad de Oro" del Mundial de Rallies  ya que a excepción de Seat (que desgraciadamente era una mera comparsa) y Mitsubishi (que estaba ya en decadencia total) todavía permanecían cinco fabricantes a tiempo completo (Peugeot, Ford, Subaru, Hyundai y Skoda). mas Citröen, que se estrenaba como tal después de haber corrido los últimos años algunos rallies sueltos.

Con Peugeot como dominador total en los últimos tres años (2000-2002) con tres títulos de marcas y dos de pilotos el dominio francés estaba plenamente instaurado dentro del WRC (y lo que estaba por venir).

Para este 2003 a la marca del león se le unía su "hermana" dentro del grupo PSA  por primera vez a tiempo completo y con una terna de pilotos muy potente aunque a la vez algo "envejecida", a priori claro. Los veteranos Carlos Sainz y Colin McRae eran los flamantes fichajes de Citröen que parecía no haber escatimado medios para demostrar que el buen hacer con el Xsara Kit Car era posible también con el Xsara WRC (algo que ya se venía venir con las victorias de Chus Puras en Corcega 2001 y de Loeb en Alemania 2002). A estas dos leyendas del Mundial se les unía un joven que ya había sido campeón del mundo junior en 2001 y que ya apuntaba maneras con la comentada victoria en 2002 sobre asfalto... más aquella no-victoria del Montecarlo también en 2002; en dicha edición del "Monte" Loeb ganó a todo y a todos dejando claro quien era pero un cambio de ruedas cuando no tocaba le supuso una penalización de 2 minutos, la cual le arrebató la victoria en favor de Makinen. No obstante el "mensaje" estaba enviado.

Y he aquí la razón de haber escogido el 2003 como un año para recordar dentro de la era de los WRC.: el cambio generacional de pilotos que supuso aquella temporada. 

Los Makinen, McRae, Sainz, Kankunen (el finés de hecho ya estaba retirado), Auriol o Burns (este por motivos de salud que tod@s conocemos y que le llevaron al fallecimiento tristemente) dejaron paso a la nueva generación encabezada por Loeb más los Solberg, Martin, Duval y Hirvonen (éste todavía no daba para mucho). De las "viejas glorias" que entre todas sumaban ¡¡¡13 títulos nada menos!!! sólo Carlos Sainz se mantuvo en activo para 2004 (año de su retirada), los demás colgaron los guantes y casco como pilotos a tiempo completo para siempre, cerrando una época inolvidable en el automovilismo.

Aquel Montecarlo de 2003 abría una temporada con muchas expectativas ante los cambios de asiento y evoluciones de coches, entre las que Ford parecía la más trabajada con un Focus muy mejorado estética y mecánicamente. El equipo de Malcolm Wilson se renovó por completo con mucha inversión en el coche y mucha menos en los pilotos; dos desconocidos pero talentosos Markko Martin y François Duval... más un todavía muy verde Mikko Hirvonen.

Subaru también estrenaba coche pero mantenía su dupla escandinava con un Makinen más pendiente de retirarse a final de año que otra cosa y un Petter Solberg hambriento de todo. Los japoneses ante la decadencia de Mitsubishi mantenían a duras penas la reputación ganada en los años 90 cuando dominaban el Mundial, y en estos años aún pudieron ganar dos títulos de pilotos en 2001 y este 2003.

Peugeot, el equipo a batir (y que lo sería ya desde este año) mantenía su exitoso 206 WRC y su plantel con Gronholm a la cabeza junto a Richard Burns ( su última temporada antes de enfermar) más los Rovanpera, Panizzi y Loix ( que también corrió con Hyundai ese año).

Los coreanos, ya sin Kankkunen y sin pilotos de verdadera valía estrenaron el Accent WRC Evo 3 pero ni con esas consiguieron resultados dignos más allá de dos cuartos puestos y en 2004 abandonaron el Mundial.

Skoda "recuperó" a un Didier Auriol ya casi retirado para poner a punto el nuevo Fabia que debutó a mitad de año pero el francés poco o nada pudo aportar, lejísimos ya de su mejor versión como piloto.

Los últimos cuatro años había sido Tommi Makinen quien descorchaba el champán de la victoria en el principado monegasco (tres con el Lancer Evo y una con el Impreza) pero este año con Loeb y compañía las cosas serían distintas tanto en el "Monte" como en el resto del año y tan sólo el ya "vejete" Sainz pudo hacer frente dignamente a todos esos "jovenzuelos" (en su mejor año desde hacía un lustro) incluso hasta el punto de llegar con opciones de ser campeón al último rally, el RAC británico, haciendo gala de su gran consistencia 

Sin embargo la lucha por la victoria en esta esdición monegasca estuvo siempre entre Gronholm y Loeb, quien poco a poco y aprovechando las especiales sin hielo/nieve fue recortando tiempo al finés hasta que éste cometió un error y cedió una minutada en la segunda jornada; la victoria por fin era para la nueva sensación del WRC.

El podio lo completaron Colin McRae en su última gran actuación en el Mundial y Carlos Sainz, (quien sudó sangre con Martin y su Focus) ambos muy distanciados de su joven compañero que ya avisaba de lo que estaba por venir.

Un triplete para Citröen (favorecido también por abandonos ajenos) era el mejor estreno posible para una marca recién llegada y también un augurio del exitoso futuro que desde entonces le esperaba al fabricante galo que consiguió este año su primer título de constructores, a costa eso sí del de pilotos (en Gales obligaron a Loeb a asegurar los puntos y no arriesgar frente Solberg) aunque todos sabemos que ello sólo retrasó lo inevitable un año.


Petter Solberg se coronó campeón con un punto de diferencia frente a Loeb y ello también significó el último éxito de Subaru en el Mundial, ya que desde entonces no volvieron a ser los mismos.




domingo, 13 de junio de 2021

Normativa WRC Vol. II . Montecarlo 2000 "auge total"

 Con tres temporadas completas desde 1997, la normativa de los coches de WRC estaba ya muy consolidada (con diferenciales activos heredados de los Kit Car que fueron un salto tremendo en eficacia) y el año 2000 se presentaba con unas expectativas nunca vistas antes (y tampoco después desgraciadamente) con nada menos que siete marcas (Ford, Subaru, Peugeot, Seat, Skoda, Hyundai y Mitsubishi) corriendo oficialmente con sus respectivos coches adaptados a dicha normativa a excepción de Mitsubishi que aún mantenía su exitoso Lancer Evolution de Grupo A. 

A pesar de que Toyota abandonase el Mundial el año anterior, otra marca con gran historial en el certamen retornaba después de más de una década fuera; Peugeot volvía para lograr otra época de éxito como hiciera con el 205 T16 de Gr.B ( y sin duda lo logró) y tras unos rallies de rodaje en 1999 ya en el "Monte" de 2000 alineaba tres 206 WRC para Marcus Gronholm, Francois Delecour y Gilles Panizzi.

También durante 1999 "nacieron" otros tres coches del WRC: Skoda con el Octavia y Hyundai con el Accent (éste se homologó en el 99 pero no debutó hasta Suecia 2000) "copiaron" a Seat, quienes un año antes en 1998, dieron el salto desde la categoría de 2L. (los Kit Car) con el Ibiza, a los WRC con el Córdoba. Checos y coreanos también corrieron en dicha categoría de 2 ruedas motrices.

Respecto a Seat, cabe hacer un inciso sobre el por qué no hicieron un Ibiza WRC y se decantaron por el Córdoba, un poco más grande y menos eficaz a priori; la normativa del WRC obligaba a utilizar un modelo con una longitud total mínima de 4 metros y el Ibiza no los alcanzaba por escasos centímetros...y justo ahí podría haber empezado el principio del fin para la marca española porque a Peugeot le pasó lo mismo con el 206 y sin embargo tuvieron la picardía de hacer una serie limitada con paragolpes más voluminosos (el 206 GT que much@s recordaréis) para alcanzar esos 4 metros obligatorios que fue aceptada por la FIA; lo que consiguieron después en uno y otro equipo creo que es sabido por tod@s.

No así Ford, que en ese 1999 sustituyó al Escort por el Focus y aunque en ese primer año hubo ciertos problemas de homologación (con elementos como la bomba del agua), enseguida se mostró como un coche competitivo en manos de Colin McRae, quien había dejado Subaru.

Para este año 2000 a la gran cantidad de coches del WRC se sumaba una terna de pilotos inigualable con Carlos Sainz y Colin en Ford, Richard Burns y Juha Kankkunen en Subaru, los ya comentados Gronholm, Delecour y Panizzi en Peugeot, Tommi Makinen en Mitsubishi,, Didier Auriol que debutaba con Seat tras fracasar la negociación de la marca española con Sainz (nunca sabremos lo que habría dado de si el Córdoba en manos de el "Matador" pero mucho más que con el francés segurísimo) junto a unos prometedores finlandeses entonces Gardemeister y Rovanpera "padre". Y no podemos olvidar a Luis Climent que se unía al equipo Skoda como oficial junto a Armin Schwarz después de un 1999 en el que ganó la extinta "FIA Teams Cup" para equipos privados que se corría también con coches del WRC.

Nada menos que cinco campeones del mundo más los que ya luchaban por serlo habitualmente, léase Burns, o los que lo serían muy pronto como Gronholm, el mismo Richard Burns o incluso Petter Solberg que en este año 2000 corrió para Ford con un tercer Focus algunos rallies. Lo dicho, un año irrepetible.


Aquel Montecarlo de 2000 se presentaba con un Tommi Makinen y su Lancer Evo de Gr.A como el total y absoluto rival a batir después de cuatro años ganando el campeonato de forma consecutiva; este año la competencia parecía más feroz que nunca y no se si sería por esa competencia tan feroz o porque el Lancer estaba ya en el tope de su evolución (nuca mejor dicho y además condicionado por estar sujeto a la reglamentación más restrictiva del Gr.A a la hora de incluir mejoras) o quizá por un poco de ambas pero el caso es que fue Peugeot la marca que se llevó ambos títulos en dura pelea con Subaru (con Gronholm como nuevo campeón) haciendo a un coche del WRC campeón por fin después de tres años e inaugurando otra época dentro del Mundial de Rallies.


No obstante el "Monte" se lo llevó por segunda vez en dos años Makinen (quien ganaría dos veces más hasta 2002). Un Montecarlo  algo menos complicado en cuanto a elección de gomas y en el que los tres Peugeot tuvieron que abandonar a la mañana de la segunda etapa porque ninguno pudo arrancar en el parque cerrado; curiosa anécdota para un año que acabaría siendo un total éxito para la marca francesa.

El podio lo completaron otros dos campeones del mundo como Sainz (2º una vez más) y Kankkunen, quien aún seguía siendo competitivo con un Impreza WRC con el que un año antes todavía ganó dos rallies ( Argentina y Finlandia).