lunes, 23 de junio de 2014

Cuándo le toca a Ferrari ?

Con esta interrogativa tirando más a retórica podría resumirse lo acontecido en las dos últimas carreras de Canadá y Austria. Un circuito el de Red Bull por cierto que es precioso, un trazado exigente ,casi de karting, y un entorno idílico. Todo en conjunto le da un aire retro que es estupendo para desintoxicarnos de tanto circuito a lo Herman Tilke .
Al hilo del principio, hay otros temas que nada tienen que ver con el proceso de autodestrucción en el que está inmerso el que se supone todavía mejor equipo en la historia de la F1, a pesar de sus esfuerzos por tirar más de 50 años de historia a la basura.
Esos otros temas atañen al equipo que ahora mismo "corta el bakalao" en el paddock; en el último artículo tras el GP de Mónaco la mayor atención se centró en la rabieta de Lewis Hamilton hacia su compañero Rosberg por lo que el inglés juzgó como deshonesto lo ocurrido en la Q3 de aquel fin de semana por parte del alemán. A partir de aquello y tras la carrera, el británico se despachó a gusto frente a lo que consideró una "trama" del equipo en su perjuicio. Pues bien, desde aquello y terminado el GP de Austria, el campeón de 2008 ha entrado en una crisis total que le ha dejado a 30 puntos de su compañero en la general del campeonato, cuando en Mónaco llegaba como un sólido líder con cuatro victorias consecutivas y el respaldo inequívoco de todo su equipo como primer piloto (aunque es obvio pensar ahora que el propio Hamilton no lo veía así).
El lado más oscuro de Lewis parece seguir dominando su manera de actuar y si no es capaz de volver a serenarse y dejar que su enorme talento fluya(ojito a la remontada que hizo en Austria) olvidándose de conjuras absurdas contra él, volverá a ocurrirle como en su año de debut en 2007 cuando su propia estupidez le privó de coronarse campeón. Esta vez lo tiene más fácil que entonces pero podríamos estar ante otro claro ejemplo de que el ser humano es el único animal que tropieza dos veces en la misma piedra. Con todo y con eso el rebelde británico sigue siendo para mí el máximo aspirante a "campeonar", pero siempre que se deshaga de su, llamémoslo así, lado oscuro.



Aparte de estos pequeños disturbios con Hamilton, Mercedes ha bajado del Olimpo desde el cual dominaba al resto de los equipos mortales para, quién sabe, si conocer en primera persona lo que es sudar por alcanzar el podio como hacen los demás. Esta circunstancia no la veíamos desde el ya muy lejano GP de Australia (sólo apreciativamente), cuando Hamilton abandonó entonces por problemas en su unidad de potencia. Tres meses después y en lo que parecía su mejor momento, van y nos "deleitan" con una concatenación de fallos mecánicos en los sistemas de frenos y motores, en ambos coches encima. Los agoreros que ya vaticinaban un año de total supremacía y por ende, de aburrimiento máximos por parte de Mercedes se han llevado un "zas en toda la boca" y yo me he sorprendido mucho, sobretodo por el tema de los frenos. Que eso le sucediera a HRT era comprensible, pero a Mercedes no tanto. Aunque viendo lo ocurrido en el Red Bull Ring parece que es un mal que se propaga, ante lo cual me pregunto si la menor carga aerodinámica de los coches hace llegar menos corrientes de aire a los frenos y éstos son más propensos al sobrecalentamiento.

El caso es que cuando un líder cae, alguien tiene que coger su relevo, y cómo no, ese alguien tenía que ser Red Bull. Lo de los últimos cuatro años es historia para leer en los libros pero la evolución que han experimentado desde el mes de Febrero cuando no eran capaces de dar ni diez vueltas en los test de pretemporada tiene más mérito todavía que lo otro y no hace sino dejar en ridículo, más aún si cabe, a los que todos sabemos. Pero lo que más sorprende es que sea el rookie Ricciardo quien lleve la batuta de los progresos en el equipo, y el tetracampeón, siga subiendo y bajando como la bolsa con cambios de chasis e innumerables configuraciones de por medio. Cierto que carrera tras carrera va dando un pasito hacia adelante pero desde fuera parece que a Vettel le cuesta improvisar y evolucionar a la misma velocidad que lo hace su propio monoplaza en una situación que pese a ser nueva para él, puede dejarle, sino lo está haciendo ya, un tanto en evidencia como piloto frente a toda esa corriente de opinión que se ha hartado de decir que la calidad del alemán no era tan alta como la de sus coches anteriores. Y justo lo que parece faltarle a Vettel lo tiene Ricciardo. Un talento oculto que si a final de año se confirma como un posible aspirante a campeón podría ser "presa" de otros equipos grandes; no olvidemos que Red Bull ha estado cuatro años favoreciendo descaradamente a su niño bonito y ahora, mientras ese niño sufre, no tienen más narices que darlo todo por su teórico escudero. Algún día eso cambiará y volverá la "normalidad". Quizá este mismo año.
Sin embargo por ahora les toca disfrutar de una de cal como la victoria en Montreal, y algunas más de arena como el desastre de ambos coches en su propio circuito; el motor Renault vuelve a estar en el ojo del huracán. Es prestacional pero poco fiable al igual que el de Ferrari no corre pero aguanta. La solución es fácil: Mercedes.





Y con Mercedes se propulsan los Williams y Force India, aunque ya sabemos que no todo es el motor. Pero ayuda y mucho, al menos para ser una alternativa a la propia marca de la estrella y estar por delante de Red Bull cuando éstos flojean. El problema de británicos e indios son ellos mismos.
Los pilotos por un lado no son garantías de consistencia en ningún caso, aunque Massa por zorro viejo y Pérez por talento están un paso por delante, y los estrategas de sus respectivos muros puede que no estén a la altura en los momentos clave de tomar decisiones. No obstante son la primera línea de resistencia que Ferrari debe superar para progresar mínimamente (siempre que McLaren no espabile) y no hay indicios de que eso vaya a suceder a medio plazo siquiera. Ya sea por velocidad pura o por aerodinámica y compuesto de gomas, el coche italiano no mejora nada y los esfuerzos de Alonso acabando a las puertas del podio siguen muy por encima del nivel global del equipo. El cuento de los paquetes de mejoras ya no sirve porque visto está que éstos no han mejorado en nada el coche, algo lógico por otro lado puesto que el salto cualitativo es gigantesco con la competencia y el organigrama técnico de Ferrari parece un gallinero. Mattiacci parece excesivamente crispado, como si lo que se ha encontrado fuese mucho peor de lo que él pensara y esa no parece la mejor sensación a dar; quizá por falta de experiencia en estos menesteres se les escapó el otro día que a Raikkonen le cuesta asimilar determinados conceptos y le han puesto "profesores de apoyo" haber si llega al nivel de Alonso. Muy decepcionante "Iceman". Con lo mostrado en Lotus y su experiencia en la categoría no pensé nunca que estuviera tan por debajo del bicampeón español. Carrera tras carrera me ha desilusionado y sólo en España estuvo aceptable. Una carrera de ocho. Mal vamos Kimi.






                           
                             CLASIFICACIÓN:



                                                           1º Rosberg              165 p.
                                                           2º Hamilton            136 "
                                                           3º Ricciardo             83 "
                                                           4º Alonso                 79 "

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