miércoles, 12 de marzo de 2014

México sentencia a favor de VW

Los aficionados (e incluso algún que otro implicado en el Mundial) nos íbamos de Suecia con un buen sabor de boca al ver de nuevo a un nórdico encabezando el campeonato, eso sí, gracias a un cable que se le debió pelar al number one indiscutible de la especialidad como es Sebastien Ogier. Las hipótesis sobre una lucha encarnizada entre ambos pilotos de Volkswagen durante el resto del año no se hicieron esperar... como tampoco lo hizo la contundente respuesta del campeón en tierras mexicanas. Seguramente Ogier sea un poco menos fiable de lo que era Loeb, pero puede que eso sea fruto de sus distintos caracteres; Ogier es claramente más visceral pero igualmente capaz de rodar al ritmo del Boss (como también fue el único en sacarle de sus casillas).
El caso es que las ganas de tener por fin un campeonato disputado hicieron despegar los pies del suelo a más de uno y ahora en México esas alas han sido sesgadas de sopetón. Cierto es que Latvala se vio perjudicado por su posición de salida como líder del certamen pero si Ogier está como debe( que es el 95% de las veces) yo no veo disputa alguna en VW. Y eso lo saben desde Jost Capito hasta los camioneros del equipo alemán. Así que más que una encarnizada rivalidad yo lo que veo es una bonita interpretación de Don Quijote y Sancho Panza.
En otro orden de cosas quería resaltar un mal que está invadiendo cada año que pasa al bonito rally mexicano y éste no es otro que el de la baja participación. Tan sólo 26 coches tomaron la salida y 23 cruzaron la meta (gracias al Rally 2). Cierto que en los últimos tiempos ningún rally del Mundial puede presumir de una participación inmensa, ni siquiera el "Monte", pero aquí en México los participantes se reducen prácticamente a la mitad que en cualquier otro rally. Esto podría ser a medio plazo el virus que fulmine una carrera que el Mundial necesita y mucho porque el apoyo de la gente al rally es brutal y el ambiente que se vive es lo que un rally del Campeonato del Mundo merece, aparte de las especiales condiciones que ofrecen sus tramos  por no hablar de los especiales urbanas (el tramo nocturno por los antiguos túneles de las minas de plata fue precioso).Una vez más la vía de salvación para el rally mexicano puede estar en el retorno mediático que sus patrocinadores tengan gracias a las retransmisiones televisivas. Por el bien de todos esperemos que lo tengan.
A cuento de esto me resulta curioso el casi nulo interés que tienen los pilotos norteamericanos en medirse con los mejores del mundo en una rally que les pilla cerquísima, a diferencia del resto de rallies del mundial que siempre cuentan con nutrida representación local o de proximidades. Digo los norteamericanos porque allí tienen su propio certamen nacional (en el que sigue corriendo Ken Block) y no son pocos precisamente. Si unos pocos cruzaran la frontera el problema de la baja participación sería historia.

Volviendo a lo ocurrido en los tramos, con dieciséis especiales de veintidós el dominio una vez más de ambos Polo R no deja lugar a dudas ( 14 Ogier y 2 Latvala) edulcorado ello con la nula aparición del más mínimo problema mecánico, factor este que sí hizo acto de presencia en 2013.
No se puede decir lo mismo en otros equipos aunque cierto es también que los pocos problemas surgidos en Hyundai y Ford vinieron derivados de una quizá poco estudiado set-up en los coches como el calentón que sufrió Hirvonen en una centralita, precisamente cuando después de tanto tiempo volvía a parecerse a lo que un día fue.  Lo de Hyundai vino del sistema de frenos y tampoco fueron los únicos en padecerlo pero no pasó a mayores y no les impidió llevar los dos coches a la meta por primera vez... no sin problemas. Atkinson demostró no estar muy fino con las notas y se llevó algunos restregonazos que le hicieron estar en tierra de nadie todo el rally aunque al menos hizo kilómetros que seguramente es lo único que le pedía; y Neuville por fin pareció entender su rol este año, lo que junto a numerosos errores ajenos y a un pilotaje conservador ( que es lo que le toca) le hicieron terminar en el tercer escalón del podio a años luz de los Polo, pero esa es otra historia y todos debemos alegrarnos de la evolución que puede experimentar el equipo coreano desde ahora y en un rally tan duro porque tras los fiascos en Mónaco y Suecia habían quedado algo pifiados.
Como anécdota para el recuerdo quedará la cerveza que tuvo que echar Neuville en el sistema de refrigeración del I20 para poder llegar al parque de asistencia "gracias" a un poro en el radiador.

wrc.com
Y aquí es donde toca hablar de los pufos. Pero antes hay que mencionar, en contraste con otros que también debutaban en México, el estupendo rally de Elfyn Evans que siendo muy consciente de su inexperiencia supo perfectamente qué tipo de conducción hacer. Incluso llegó a luchar esporádicamente con Neuville por el podio para terminar cuarto. Estas actuaciones son las que dan tablas y cuajo a un piloto y Evans sigue quemando etapas satisfactoriamente. Una pena lo de Hirvonen porque sin problemas en su Fiesta podría haber echo podio perfectamente. Esperemos que esto sea su renacer definitivo.
 Y si de pufos hay que hablar, empecemos por los de Robert Kúbica y su adicción a los accidentes. Cómo puede alguien volcar en un tramo espectáculo de la manera en que lo hizo este hombre? No tiene mucha justificación la verdad. Pero no contento con eso también cayó terraplén abajo merced a dos cosas: un ritmo excesivo para su nivel o unas notas mal apuntadas. Sea como fuere no acabo de entender cómo el Campeón del Mundo de 2013 en WRC2 tiene tantos problemas de acoplamiento a un WRC. Puede que en Citröen ya no estén tan tristes por su marcha a Ford.
Y de Kúbica a Meeke. Lo del piloto irlandés es un caso especial porque ser piloto oficial y debutante en el 90% de los rallies del campeonato con 34 años no es lo más usual. Hasta aquí vale pero con 34 años ya debería saber anotar los tramos lo suficientemente bien como para no tener los porrazos que tuvo. Suspenso rotundo para él y más le vale cambiar el chip. Parecido le ocurrió a Ostberg que volvió a tener dos caras: la competitiva que todos deseamos sea la constante y la mediocre con errores quizá en las notas o quizá en la cabeza pero que dieron al traste con un rally que llegó a disputar a Ogier por momentos. En México ambos pilotos de Citröen han cumplido con las negativas expectativas que muchos augurábamos en Diciembre pero la pregunta es si volverán a las andadas próximamente. Yves Matton está a tiempo de enderezarles ya que aún no han roto ningún chasis ( a diferencia de Kúbica).
 Y si empezaba el artículo hablando de los primeros espadas de VW, justo es terminarlo con el "garbanzo negro del cocido" o Andreas Mikkelsen para los amigos. Queda claro que lo de Suecia fue producto de su procedencia natal y no de su pericia al volante como se ha encargado de demostrar él solito. Lo de ser nuevo en México no es excusa para tener los accidentes que tuvo y el poco crédito que ganó en Escandinavia se ha evaporado en el rally mexicano. Errores en las notas parecen ser las causas más lógicas a una actuación para olvidar de un tipo que enarbola la bandera de los segundones muy bien.
Por todo esto Elfyn Evans apunta alto para ser un top driver próximas generaciones. Démosle tiempo.
Y también se demuestra lo dicho en otros artículos y es un secreto a voces; el nivel de los pilotos en el Mundial es bastante bajo comparado con otras épocas.




Ahora llega Portugal y el retorno de Dani Sordo con Hyundai. Enfrente tendrá a Chris Atkinson que ya le mojó la oreja en Mini, aunque el australiano parece estar más oxidado que entonces. Si el coche le responde creo que batir a Neuville es muy factible.


                   CLASIFICACIÓN:

                                                 1º Ogier                63 p.
                                                 2º Latvala             60 "
                                                 3º Ostberg            32 "
                                                 4º Mikkelsen         24"

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