Despedida y cierre

No va más damas y caballeros, el Campeonato del mundo de Fórmula 1 ya tiene sus respectivos  vencedores oficiales, por fin, tanto en pilotos como en constructores. Personalmente me apetecía que terminara esta insalubre agonía que veníamos padeciendo desde hace meses, concretamente desde más o menos Agosto, que es cuando Red Bull terminó de poner a punto un monoplaza que va camino de ser legendario si como todos esperamos venciese en Austin y Brasil. Y más mérito si cabe hay que añadir en favor de esta gente porque a principio de año tenían serios problemas para conjuntar neumáticos y coche. A estas alturas aquello parece que fue tan solo un mal sueño; casi el mismo que vive actualmente Kimi Raikkonen , el cual curiosamente empezó justo al revés que Red Bull y en estas últimas semanas ha dado rienda suelta a su carácter más rebelde, resintiéndose gravemente su conducción en la pista. Lo cierto es que no le falta razón a "Iceman" en su affaire con Lotus, pero esa manera de hacer y decir las cosas me da que no van a tener sitio en Ferrari.
Como decía, el tándem Vettel-Red Bull ya es uno de los mejores por méritos propios y si en 2014 vuelven a repetir alcanzarían a la por ahora mejor pareja piloto-coche que no es otra que la formada por Michael Schumacher y Ferrari con cinco mundiales consecutivos entre 2000 y 2004 como todos ya sabéis.  De momento nos quedamos en lo que acontece ahora que no es poco y nos encontramos con que Vettel ya ha igualado a Juan Manuel Fangio, el cual hasta ahora se situaba justo por detrás de "Schumi" con cuatro mundiales consecutivos (de los cinco que atesora el argentino). Y aún hay más datos que engrandecen lo que está consiguiendo el nuevo Káiser, como por ejemplo que a su edad Alain Prost aún no había ganado ni siquiera un Gran Premio. Ole sus cojones.
 Con semejantes números lo mínimo que se puede hacer al cruzar la bandera a cuadros son unos donuts como Dios manda, pero hasta eso está mal visto por los comisarios. Entre esto y la falta de sensibilidad y humanidad mostrada con lo de María de Villota, salvando las distancias entre una cosa y otra,me dan ganas de vomitar.

Pero como siempre quedan incrédulos en esta vida, Sebastian Vettel deberá todavía convencer a ese reducto de mentes cerradas que sólo quieren minimizar el éxito de este chico para ensalzar el estancamiento de Fernando Alonso aduciendo que el alemán con un coche mediocre no conseguiría lo que Alonso. Yo me pregunto: qué es lo que ha ganado Alonso en estos últimos cuatro años? Ah sí, ser el piloto con más puntos de la historia, pues que bien. Eso lo único que demuestra es que Alonso es un valor seguro, cosa que saben hasta las ranas, pero también demuestra que se le pasan sus mejores años con coches mediocres que no le permiten optar a lo que de verdad importa. Y en F1 nadie gana con un coche mediocre. Ni lo hace Alonso, ni lo hará Vettel y tampoco lo hizo Schumacher cuando tenía que echar de la pista a los Williams para ser campeón. Y que conste una vez más que Vettel no es santo de mi devoción ni mucho menos pero hay que rendirse a la evidencia.
 Y añado también que para todos aquellos a los que este dominio tan abrumador nos parece anodino y carente de espectáculo, deberíamos dirigir nuestro enfado hacia los equipos que no han dado la talla ni de lejos en esta última época, en vez de obcecarnos en Red Bull, los cuales con las mismas normas han dejado en ridículo a la tradicional competencia, dicho lo de la tradicional en tono peyorativo.

En fin, que tras las dos últimas carreras y después de este reconocimiento merecido a los campeones, lo más destacable aparte de que a Vettel ya le da igual salir el primero que tener que parar en la sexta vuelta y quedarse el último porque va a terminar ganando de todas maneras, Romain Grosjean se está destacando como ese valor seguro y promesa real que a muchos, yo el primero, no esperábamos ver a estas alturas. Tras dos podios muy meritorios y este último cuarto puesto con un coche en la situación que está Lotus dice mucho en su favor y en 2014 su dueto con Hulkenberg podría ser muy tenido en cuenta a menos que el coche fuese al menos como el de la primera parte de 2013. Es como si el bajón sufrido por Raikkonen le hubiese liberado de un lastre que le impedía demostrar ese talento que ahora vemos tiene de sobra. Aún está a tiempo de madurar y quizá llegue a pelear por el título junto a Sergio Pérez y Nico Hulkenberg, estos tres chicos podrían ser la nueva generación de top drivers.
"Checo" parece que subido un escalón en este sprint final del año y Button lo está sufriendo en sus carnes, tengo ganas de ver de lo que es capaz con un McLaren de verdad. Y más de lo mismo me pasa con Hulkenberg, el cual anda en ese estado de necesitar un coche medio puntero al menos para demostrar si las esporádicas gestas con un Williams chapucero son sólo la punta del iceberg. 
En cuanto al resto es más de lo mismo, los Mercedes se limitan a aparentar algo en calificación como siempre y Ferrari pues ya parece que todos quieren olvidar este año menos Massa que ahora debe andar loco por demostrar que sigue siendo apto para la F1. Quién le ha visto y quién le ve al brasileño. Mientras Alonso sigue luchando contra molinos de viento cual Quijote y las consecuencias de dicha contienda están ahí. En India se toca con Webber en una melé típica en las salidas y en Abu Dhabi pues casi peor porque la enésima remontada le ha acabado costando la salud, luchando contra un Toro Rosso nada menos, parece cosa de chiste que mientras Vettel hace historia, Alonso se juegue el físico contra el coche filial del alemán. Qué lejos queda aquel 2010 cuando todos los españoles maldecíamos a Vitaly Petrov por culpa del  que fue el primer gran error de estrategia en Ferrari al que han seguido unos cuantos más que nos han traído a esta situación actual en un gran porcentaje.
No obstante sigo pensando que el mayor ridículo lo hizo la Scudería el año pasado echando por tierra una renta de 45 puntos con respecto a Vettel si no me equivoco.

Para terminar, me he enterado de que hay un rumor circulando por el paddock acerca de una posible variación en la puntuación de los Grandes Premios con el fin de siempre, es decir, mejorar un poco más el espectáculo. Pienso que sería un drástico cambio y seguro que junto con este, vendrían una serie de cambios más promovidos seguro por los equipos, ya que la manera de afrontar, no solo cada carrera, sino la temporada al completo no tendría nada que ver a lo que todos conocemos. Y no necesariamente tendría que ser peor.