Monzón WRC... y algunas cosillas más

Había ganas ya de retomar el Nacional o CERA como le llaman ahora, nomenclatura que a mí no me gusta pero bueno. Desde que acabara el Islas Canarias muchas han sido las novedades relacionadas con el campeonato y no muy halagüeñas precisamente. Podríamos dividir dichas novedades entre las que afectan a los pilotos y las que incluyen a los organizadores.
La crisis, la eterna crisis nos va a volver locos a algunos y entre estos me incluyo yo y por supuesto a los sacrificados responsables de sacar adelante lo más importante de un campeonato: las carreras.
Vaya por delante que reunir hoy en día cantidades en torno a los 170.000 euros (tirando por lo bajo) es casi una utopía sobretodo si una gran parte se la tienes que pedir a las instituciones públicas por lo que casi son pocos los rallies que han estado en punto crítico y por suerte parece que ha quedado todo en un susto y por el momento sólo el Vila Joiosa está en la lista de los desaparecidos (toquemos madera).
No quiero pensar en un campeonato sin el Rías Baixas y menos aún sin el Príncipe, rally de referencia nacional tras el RACC y muy parejo al Islas Canarias. Desde este rinconcito doy mis felicitaciones a sus organizadores y mis mayores ánimos para que busquen nuevas fórmulas de financiación de cara a futuras ediciones para no quedarse "con el culo al aire". Decirlo es muy fácil pero ellos saben que deberán hacer lo imposible. Un comienzo sería cobrar entradas para ir a los tramos, acción que he manifestado varias veces y que añadiría algo de dinero extra que siempre ayuda y de paso cribaría a los verdaderos aficionados de los que sólo van a joder al personal en general.
Por cierto que al respecto de los problemas para celebrar los rallies la Federación se plantea ahora volver a pre-inscribir el Bierzo; hay que fastidiarse, hace unos meses no daban la talla y ahora sí? que me lo expliquen.

En espera de que ningún otro organizador haga comunicados que tambaleen más el certamen, al menos este año( aunque si tuviera que elegir uno sería sin duda el de Madrid), la edición 2013 del Santander Cantabria  nos deparó una muy interesante carrera, todo lo contrario que el año pasado.
Como decía al comienzo del artículo, varias eran las novedades que habían ido surgiendo desde que acabara la prueba canaria. Algunas bastante curiosas y que no hacen más que alimentar viejos rumores como la ausencia de Fuster por segundo año consecutivo  esta vez planes logísticos basados en el ajustado presupuesto. Bueno, si no correr en Cantabria significa que por fin lo haga en Madrid no está mal del todo pero aquí las malas lenguas dirían que prefirió no arriesgar el coche en un rally nada propicio; lo de siempre vamos. También resultó curioso y a la vez agradable ver a los Vallejo. Curioso porque se llenaron la boca de que con los WRC no les interesaba correr y a los sponsors tampoco... bueno al final ahí están y se agradece muchísimo porque estos corren donde sea con el Porsche (deberían aprender otros).Lástima que un año más estén muy descolgados en la general.
Más curiosidades: Xevi Pons parece que se ha contagiado de esa manía a cambiar de coche según los rallies(algunos llaman a esto rallies a la carta) y apareció con un Evo N+ de Bioetanol. Está claro que el bioetanol funciona e igual de claro que Xevi lleva el Evo mil veces mejor que el Porsche pero no acabo de entender el cambio de montura. Quizá miedo al mal tiempo y volver a estrellar el coche? o quizá ya estuviese pactado de hace tiempo para probar y promocionar el bioetanol de cara a un futuro próximo? sea por lo que fuere me alegro de su penalización porque estoy en contra de estos cambios de coche tan radicales que dejan a otros pilotos en desventaja. Los presupuestos ajustados nunca fueron problema para Pons.
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Y si de presupuestos ajustados hay que hablar, Luis Monzón podría dar un máster al respecto. El canario tiene sus defectos como cualquiera y en más de una ocasión ha quedado como el culo por diversos temas pero creo que nadie puede negar el tesón y la entrega por buscar nuevos retos que a su vez siempre mejoran el campeonato. El año pasado ya dio un recital con un 207 S2000 de prestado en Cantabria y si hubiese corrido más quién sabe. Este año empezó con un novedosísimo Mini RRC y no contento ha rizado el rizo llevando a la tierruca un Mini WRC made in Prodrive y encima ex Sordo. Si no me equivoco la última vez que un WRC ganó un rally del Nacional fue en Madrid 2002 con Puras y el Xsara. Es muy de agradecer que un coche venido del Mundial corra de nuevo en España porque aparte de dar mucho más empaque y atractivo ya lo dije otras veces, los GT están muy bien pero el futuro pasa por la implicación de las marcas.
Menudo duelo se marcaron Monzón y los Evo R4, esa nueva especie que nació el año pasado como alternativa a los GT y que "gracias" a la extrañísima reglamentación vigente pueden echar carreras a todo un WRC ,eso sí capado. Vaya lío con las dichosas bridas, yo ya dije que no tenía sentido aceptar los WRC con menos brida si también se aceptaban los RRC y además si por lo visto con esa menor brida los R4 van a estar en tiempos quizá no interese a una marca ser "humillada" por un Evo de chasis tubular.
Al menos la emoción está servida porque la nueva hornada de los Pérez, Pernía y Meira con esos R4 parece que ya están maduros. Sobretodo el cántabro que lleva menos carreras con el Evo pero que progresa a pasos de gigante y podría ser la nueva promesa que tanto se ha hecho esperar. De todos modos en mojado todo se iguala aunque también el talento sale más a la luz así que esperemos a ver qué ocurre en la "gira" gallega. Por el momento espero que Monzón nos siga deleitando con ese precioso y gordo Mini, que aunque capado podría ser campeón.
Y de una nueva marca paso a otras porque si bien no como antaño, viejos conocidos como Renault y Opel hicieron su estreno en Cantabria. Sus programas no tienen nada que ver con lo de hace ya unas décadas pero el apoyo oficial ahí está y por desgracia no mucho más podemos pedir, salvo que sean constantes en el tiempo porque un coche competitivo no se hace de un día para otro y  hoy en día menos aún.