lunes, 31 de diciembre de 2018

Un grande, Malcolm Wilson

Estas últimas semanas del año, con todos los equipos testando sus próximas evoluciones de cara al 2019, M-Sport ha seguido acaparando mucha de la actualidad en el WRC aún sin tener ya en plantilla a Ogier.

La misma razón que propició la salida del pluri-campeón francés es la que ha mantenido a la formación creada por Malcolm Wilson en la cuerda floja durante no pocos días para poder inscribirse en el Mundial de 2019; a la ya consabida falta de decisión por parte de Ford  (más allá del soporte técnico) se le ha unido la dificultad de encontrar un sustituto para Red Bull... o los que hubiesen sido necesarios. Ello sin duda complicó hasta el imposible la posibilidad de fichar a un Loeb en búsqueda de asiento y gracias al buen hacer de un equipo más que competitivo finalmente no nos hemos quedado con un Mundial cojo... aunque sí con menos coches.

De momento y para Montecarlo y Suecia M-Sport alineará tres Fiesta WRC en manos de Evans (que pasa a ser el punta de lanza), Suninen y Pontus Tidemand como novedad dentro del campeonato absoluto tras su titulo y sub-campeonato de 2017 y 18 respectivamente en WRC2.

No obstante más allá de Suecia lo más probable es que ese tercer coche no tenga más que alguna otra aparición esporádica con un piloto que venga con el dinero por delante dadas las circunstancias...y gracias. Ya hablamos de este tema semanas atrás pero esta vez el foco lo queremos poner en otra cosa.

Obvio era que cuando Ogier se marchase un fin de ciclo se haría obligado así como un cambio en la gestión y objetivos del equipo...que finalmente se ha producido aunque de un modo más abrupto del esperado.


UNA VIDA EN LOS RALLIES

Todo en esta vida se basa en ciclos y en M-Sport el año 2018 ha supuesto el fin de uno que sin duda ha sido el mejor de su dilatada historia en el WRC. No hay duda que para un equipo privado el tener al mejor piloto y ofrecerle el mejor material para luchar y vencer a otros tres equipos oficiales ha debido suponer un esfuerzo titánico a todos los niveles, logístico, técnico,... que ha desembocado en cambios profundos de cara a esta nueva etapa que empieza muy pronto en Montecarlo.

Después de 21 años ininterrumpidos como team manager, Malcolm Wilson dará un paso atrás como cabeza visible en los service park del Mundial para ocuparse de otros campos que ahora, en estas circunstancias, pasan por ser determinantes para la supervivencia de la empresa que fundase allá por 1979.

Una vida dedicada a una pasión, primero como piloto y desde 1997 como preparador oficial de Ford en el WRC (hasta 2012) que llega, por el momento, hasta el día de hoy. Demasiado tiempo como para no dedicar unas líneas a tan longeva trayectoria.

El Mundial de Rallies tiene su propio Hall of Fame y en el, por derecho propio, está ya Malcolm Wilson; nombres como Jean Todt, David Richards, Ove Andersson o Guy Frequelin están en él también y todos ellos fueron cocineros antes que frailes, es decir, pilotos y después directores de equipo en el Mundial.

La trayectoria como piloto de Malcolm ha estado muy estrechamente ligada a Ford (como preludio de lo que vendría años después), conduciendo (y estando involucrado en el desarrollo del clásico Escort RS1700T) modelos míticos de la marca del óvalo como el Escort RS1800, el RS2000 y el RS1600i antes de que entre 1990 y 1995 condujese los Sierra y Escort Cosworth para retirarse y dirigir plenamente centrado su ya reputada compañía que desde 1997 hasta 2012 se encargaría de fabricar y hacer correr los Escort, Focus y Fiesta WRC respectivamente (amén de expandirse a otros campeonatos y disciplinas como los GT para ser más versátiles y expandirse comercialmente ganando experiencia y competitividad)

Su rendimiento al volante, al menos en el Mundial, no fue demasiado exitoso acumulando dos podios (1989 en Nueva Zelanda y 1993 en Gales) quizá porque sus programas siempre fueron muy reducidos, alternándolo con el campeonato británico donde si logró el título en tres ocasiones
Ocasionalmente en los años 80 también fue piloto de Audi, Opel y Austin, marca británica con la que tuvo su programa más amplio en 1986 pero con la que acumuló hasta seis abandonos de un total de seis rallies al volante del Metro 6R4.



De sus años como preparador oficial de Ford, la verdad es que a pesar de haber contado con pilotos de primerísimo nivel (McRae, Sainz, Kankkunen, Solberg, Gronholm...) hasta la llegada de Ogier en 2017 nunca pudo ganar el título de ellos y tan sólo en 2006 y 2007 consiguió el de constructores.

Si queréis ver al detalle todos aquellos años desde 1997 hasta el 2012, podéis leeros los artículos que sobre ellos publicamos hace unos años pinchando en los links de debajo.

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