miércoles, 28 de diciembre de 2016

Cada oveja con su pareja

A escasos 20 días del shakedown monegasco, todas las incógnitas (o casi todas) acerca de quién se subiría a qué coche, parece que ya por fin han sido resueltas. Sebastien Ogier ha tenido a medio mundo especulando hasta hace unos pocos días, cuando cual Santa Claus en Nochebuena nos ha traído a todos la decoración tan esperada de su flamante nuevo coche para 2017; éste y el previo anuncio de su fichaje por M-Sport han significado el final de un viaje que comenzó ya casi hace dos años cuando Toyota oficializó su regreso al Mundial.
Lo que nos espera a tod@s desde el próximo día 18 de Enero es una historia completamente nueva que ahora es momento de analizar, con todos los asientos ya ocupados; cada oveja con su pareja.

Para empezar, lo que parecía iba a ser una espera larguísima desde Australia hasta Montecarlo al final no ha sido tal porque no ha habido día que no se colgara algún vídeo de cualquiera de los cuatro equipos oficiales ultimando sus respectivos coches en los últimas sesiones de test. En asfalto, tierra, nieve, volando bajo... como si de un trailer se tratara hemos visto videos hasta saciarnos, unos más "furtivos" que otros pero siempre con la total consciencia de los equipos porque en estos tiempos en los que guardar secretos es casi imposible, los videos de test en internet pueden ser también la mar de rentables para un buen equipo de marketing, y como potencial herramienta, en estos videos ya nada se deja al azar.
Aunque precisamente por esto, resulta curioso el pique evidente que manifestó Tommi Makinen en referencia al supuestamente mal escogido recorrido para la toma de contacto que hizo Ogier con el Yaris y que, como no podía ser de otro modo, se vio en todo el mundo. Dichas declaraciones del tetracampeón finés no le hacen mucho favor ni a su equipo ni a él (y eso que son mi apuesta personal), porque da la sensación de que no escogieron el mejor tramo para que el Yaris "engatusara", como si dijéramos, a "Messie" Bocazas, admitiendo casi inconscientemente posibles carencias del coche y por las cuales habría que haber hecho dicho test en otro sitio; en definitva, que Makinen sin quererlo ha dado la razón a esas voces que apelan a la falta de competitividad del Yaris, y que el mismo Ogier ha alimentado tras probarlo él mismo.
Como cuando el río suena es que probablemente agua lleve, ya casi hay apuestas sobre el tiempo que perderá el Yaris por kilómetro respecto a los demás. Sin embargo parece que los primeros conscientes de sus carencias están en el mismo equipo japo-finlandés y por ello han hecho un maratón de test en estos quince días que, junto a la experiencia de Latvala (que alguna debe tener ya digo yo) pueden mejorar lo que parece estar aún inconcluso.

Siguiendo con declaraciones, Ogier no me ha parecido ni mucho menos tan entusiasmado con su nuevo equipo como éstos con su llegada, cosa que si bien es lógica dadas las trayectorias de unos y otros en el pasado, creo que en M-Sport y en concreto Malcolm Wilson se han pasado un poco en su entusiasmo o al menos en hacerlo público al mundo entero, evidenciando las enormes carencias que la ausencia de un top driver en sus filas les ha provocado desde hace ya años.
Cual Mesías Ogier llega a M-Sport después de largas negociaciones a tres e incluso cuatro bandas (entre Wilson, dirigentes de la misma Ford y patrocinadores, o mejor dicho Red Bull) tras lo cual el actual campeón se liga con los de Cumbría  únicamente durante un año; puede que ese contrato sea el que más cláusulas contenga en la historia del WRC, empezando por la rotulación de su coche que ya se ha visto será distinta a la de Tanak, su desde ahora compañero y bien avenido coleguita como vimos en Polonia ( hasta que se le suba a las barbas) al más puro estilo de las carreras norteamericanas de la NASCAR o la Indycar en las que cada piloto tiene sus propios sponsors.
Sin embargo yo y muchos otros seguro, pensamos que para este viaje no hacían falta alforjas, y es que cabe la posibilidad, y aquí ya entramos de nuevo en habladurías, de que la llegada de Ogier a Ford sea un paso previo para retornar a Citröen, los cuales de boca de Yves Matton también han dicho que su compromiso con sus actuales pilotos les impedía barajar la opción de contratarle, y mucho menos dejarle probar el C3, pero en cuanto a 2018 nada de nada, asi que...

Luego también están las palabras del mismo Ogier, que como decía al principio del párrafo, no parecía excesivamente ilusionado con este nuevo proyecto en M-Sport hablando básicamente en un tono derrotista y ciertamente desidioso sobre que nada tenía ya que demostrar y que poco menos que no sabía por dónde coger el coche de lo poco que lo conocía todavía; mi sensación de todo esto es que parece que es Ogier el que les ha hecho un favor a M-Sport y a Ford por correr con su coche y no al revés por darles éstos la posibilidad de ganar un quinto título. No me gusta este tipo.

Y todo esto ha ocurrido en cosa de un mes escaso; imposible aburrirse con tanta noticia/rumorologia entre video y video de test invernal subido a internet, y eso que hasta ahora no he hablado nada de Volkswagen y su estrategia del despiste que como decía antes, han hecho y están haciendo a las mil maravillas usando las RRSS como herramienta. Primero no perdieron un minuto en mostrar los últimos test sobre nieve del Polo 2017 y poco después reconocían que estaban abiertos e incluso negociando una cesión de dicho coche para hacerlo correr con financiación de un tercero dando soporte técnico. Dicho mecenas no podía ser otro que Nasser Al-Attiyah, al menos eso se decía, y no me extrañaría nada porque este tipo está a todas y bien que nos encanta; si hablaba antes de las cláusulas que podía tener el contrato de Ogier con Ford, la negociación abierta para poner el Polo en los tramos debió ser de aúpa también.
 Desgraciadamente parece que al menos en 2017 no será una realidad pero por si acaso no había suficientes dimes y diretes hace como dos semanas todos pudimos ver un video de escasos segundos donde se veía un inedito Polo 2017 rotulado (con posibles colores de Red Bull y sin asientos ojo) casi de modo subliminal, una estrategia que es de aplaudir porque se expandió por la red como el más letal de los virus. Nunca anunciar la retirada de una competición fue tan rentable para un fabricante.
Excelente y magistral el modo de proceder de VW que sigue retroalimentando su propio retorno mediático y publicitario, dejando a todo el mundo en ascuas ante lo que finalmente vaya a pasar.
Les dará la FIA una moratoria del tipo a la que le dieron a M-Sport el año pasado? Podría ser.

Y en ese sentido querría saber los términos contractuales que unen a Andreas Mikkelsen con Skoda, porque me da que el noruego está a la espera de lo que ocurra con el dichoso Polo 2017.
Resulta curioso cómo en Toyota han preferido a Latvala antes que a Mikkelsen cuando en los últimos dos años las inercias de uno y otro han sido radicalmente opuestas, otra decisión más que resulta un poco caprichosa por parte de Makinen (como cuando se le despidieron varios responsables directos del desarrollo del Yaris) y que por su bien espero le funcione. Al final si va a resultar que son un clan.

Así que con estas nos presentamos en el final de un año que ya es histórico por lo que todos sabemos, con una terna de coches nuevos sobre los que hay unas expectativas nunca antes vistas en la historia moderna del Mundial y sobre los cuales hay como siempre más presión sobre unos que sobre otros.
Y hablando de presión, mucha va a ser la que tengan que soportar diversos elementos mecánicos y rodantes en cada uno de los coches, tanto por el rendimiento puro del nuevo motor como por los efectos aerodinámicos que la mayor potencia ayudará a generar, provocando mayores pasos por curva, frenadas más agresivas,  mayor desgaste de ruedas, etc; cómo asimilará cada coche esas variables y cómo sean capaces de gestionarlas los pilotos para lograr el scratch serán sin duda los mayores desafíos y alicientes para esta nueva era del WRC.
Los que tienen menos presión sin duda son los finlandeses de Toyota por todo lo dicho, y por partir de cero patatero, lo cual les supone mayor desventaja por no tener datos comparativos; en este proyecto Latvala parece estar ante su último tren de dejarnos mal a todos los que hemos dicho que no será nunca campeón pese a ser un buen tipo. El listón que dejó VW en 2013 está bastante alto como marca debutante y me temo que Toyota no ha tenido ni la misma calidad ni cantidad en los test como tuvieron los alemanes; rendimiento y fiabilidad son las claves, veremos cuál de las dos necesitan más. Creo que sería mejor empezar teniendo de lo primero.
Hyundai por contra se antoja como la marca más presionada dado que sin duda posee el mejor plantel de pilotos para suceder a VW en el título de constructores, tanto por experiencia y conocimiento de los rallies como por palmarés ( los tres pilotos han ganado al menos un rally, cosa que ningún otro equipo tiene este año). Dejando a un lado los resultados, hay que reconocer y aplaudir el despliegue de la marca coreana y su compromiso para con el WRC, en todos los aspectos; empezando por el logístico y acabando por el desarrollo de los coches; en este último año y medio han compatibilizado tres desarrollos distintos ( el R5, el I20 2016 y el 2017) y eso significa básicamente mucho dinero. El WRC necesita marcas así pero los éxitos hay que sudarlos y hasta ahora Hyundai ha ido un poco a contra pie frente a VW sobretodo e incluso frente a Citröen (con un DS3 "envejecido"), aunque lo que empezó muy regularmente en este 2016 con un I20 muy escaso de evolución pudieron solucionarlo rápidamente y el año ha sido decente tirando a bueno, reduciendo esa rémora de desarrollo al mínimo. En 2017 y con un chasis más apropiado de base es el momento de la verdad, con pilotos maduros, los cuales deben  ahora o nunca dar un punto más para optar al título, aunque en esto me refiero solo a Neuville y Paddon porque desgraciadamente veo a Dani Sordo más en desventaja que nunca y mucho me temo que no se va a comer un colín; a los primeros que tiene que superar es a sus dos compañeros y lo veo difícil. Es como yo lo veo.
Citröen vuelve ahora por la puerta grande, si es que alguna vez se fue, con un coche al que sus reputadisimos predecesores "obligan" a ser competitivo desde el primer tramo y la verdad es que no tengo ninguna duda al respecto porque obviando el BX 4TC de Gr.B, todo coche con el emblema de los chevrones ha sido bueno, muy bueno. La pregunta es si sus pilotos estarán a la altura, o mejor dicho, si Kris Meeke dará de una vez ese paso que le haga ser rápido y consistente. Su edad nos dice que no, y sus últimos rallies de 2016 tampoco ayudan asi que la duda se cierne sobre el nor-irlandés.
De Craig Breen cabe esperar más que de Lefebvre pero desconozco cual de los dos tendrá más rallies asignados porque al igual que Toyota, Citróen no tendrá tres coches en todos los rallies. Sea como fuere ambos, irlandés y francés, se van a jugar un siento para 2018 que es cuando decía antes puede llegar" Messie" Bocazas o algún otro top driver para luchar por el título de marcas plenamente.
Y de Ford (o M-Sport) por primera vez desde hace tiempo el factor coche no será el principal hándicap para afrontar la temporada porque aún teniendo el tercer peor coche del campeonato, el nivel de Ogier podría aguantar en muchos casos los envites de la competencia. No obstante, será muy interesante ver por primera vez al francés o a un campeón del mundo vigente correr con un coche distinto al que le hizo campeón, hecho que no ocurría desde 2002 con Richard Burns de Subaru a Peugeot. Como también será interesante ver cuánto tarda en acoplarse Ogier a su nuevo coche y si alguien será capaz de aprovechar ese periodo de adaptación.
Por cierto, como dato curioso para los que como a mi os gustan las estadísticas, si Ogier lograra su quinto título en 2017 (cosa que no me gustaría en absoluto por un lado pero sí por lo que beneficiaría a M-Sport y a Ford dada su trayectoria) igualaría a Juha Kankkunen en tanto en cuanto a ser campeón dos años consecutivos con coches distintos, lo cual sólo ha logrado "KKK" hasta la fecha.

Por lo que toca a otros pilotos, Haninen y Lappi por ejemplo, difícil año van a tener más enfocados en evolucionar el Yaris que en buscar su propio rendimiento, algo que perjudicará más a Lappi dada su edad y su necesidad de foguearse plenamente; Haninen sigue siendo una incógnita desde su época en Hyundai pero su falta de continuidad y su edad no son buenos presagios.
Elfyn Evans acabó su destierro en WRC2 con nota alta pero no parece haber hueco como oficial y si "hereda" el asiento de Tanak en DMack, no irá mal servido, aunque no me extrañaría que Mads Ostberg pujara por ello también dado que su opción de llevar un Polo ya no es viable a corto plazo; el dinero es lo único que le mantiene en el WRC porque de talento, nada ; muy en la línea de Lorenzo Bertelli. En cambio es Ott Tanak el que parece por fin contar con la mejor situación de su carrera para refrendar lo que parecía tener en 2016, a no ser que las gomas británicas fuesen la causa de semejantes prestaciones, pronto lo sabremos. Este año al menos la evolución del coche no debe ser problema para darlo todo teniendo a Ogier como team-mate, una situación por la que muchos darían partes de su cuerpo no vitales, y no digo nombres. Otro piloto de órbita M-Sport como Eric Camilli va a tener que pasar por el purgatorio  del WRC2 como hizo Evans, para su infortunio, y que de gracias. Opuestamente al francés pero por motivos parecidos, Teemu Suninen se ha quedado sin hueco en el WRC absoluto y espero le veamos con un R5 competitivo, igual junto a Mikkelsen.
Un caso el del noruego que me ha dejado sorprendido como decía antes, primero por no haber sido elegido por Makinen y también por no haber sido ni considerado por Malcolm Wilson para correr con un tercer Fiesta. Miedo me da quién pueda correr con ese tercer Ford, que tampoco saldrá en todos los rallies. En eso Hyundai tendrá algo de ventaja.


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