sábado, 3 de diciembre de 2016

Sorpresa, sorpresa

No podía quedar callado tras el cisma mediático que se ha desencadenado con el todavía muy reciente adiós de Nico Rosberg a la F1; una situación inédita la de que un campeón recién proclamado diga bye bye casi en la misma ceremonia de proclamación.
La pregunta que yo y much@s otros nos hacemos ahora es ésta: acto de valentía o cobardía?
Valiente por abandonar en el mejor momento de su carrera y renunciar a seguir conduciendo uno de los mejores coches de la historia con los potenciales éxitos que le podría reportar a buen seguro en el futuro más próximo, deportivos y económicos, aparte de por ser recordado en la posteridad (cosa que por otro lado ya ha conseguido lo buscase o no) cosas por las que muchísimos otros pilotos sueñan toda su vida y a pesar de ello decir "no lo quiero" porque prefiere vivir en el anonimato y disfrutar de las cosas "simples y mundanas"  como cualquier otro padre de familia.
O cobarde por no querer afrontar las exigencias tanto físicas como psicológicas de mantenerse como un campeón digno y competitivo de cara a todos y todo, "aderezado" con uno de los pilotos más agresivos y geniales que se han visto en los circuitos como compañero de equipo.

Lo que sí parece evidente es que Rosberg no es un verdadero piloto de carreras, lo cual ni muchísimo menos es malo ni criticable pero es chocante que en sus diez años como piloto de F1 tan sólo en estos últimos tres ha estado en disposición de luchar por el título y parece que no ha sabido o podido aguantar ese status de top driver cuando otros han estado en esa misma tesitura año tras año y aún siguen. Y la causa parece clara: simplemente no tiene la ambición innata que un genuino piloto de carreras posee en su foro más interno, algo que no se adquiere ni se asimila por mucho que el padre de turno intente inculcarlo desde la más tierna infancia. Creo que este caso que nos ocupa es la prueba más felaciente y no admite discusión al respecto.

Sin embargo hay algo que el propio Rosberg en su ya famosa carta de despedida cuenta como el preámbulo a su decisión final y que al mismo tiempo le deja un poco en evidencia.
Él cuenta que este año 2016 en concreto ha sido muy duro etc, etc, y que ya en Suzuka teniendo ya el título muy encarrilado pensó en abandonar si finalmente lo conseguía... pero si no seguiría intentándolo. Cómo se come eso? Si tan mal te sientes no debieras prolongar ese tormento que tú mismo y tu entorno personal dices habéis sufrido por mucho que te sientas empujado a ello, ya que entonces estarías prolongando el sufrimiento de esas personas que dices han padecido contigo y que aduces como motivo para la retirada, los cuales sea dicho son unos motivos absolutamente respetables y entendibles (aunque pocas veces atribuidos a los normalmente poco humanizados pilotos de F1 standard). Aunque no deja de ser una incongruencia total al fin y al cabo.

Ello me da que pensar que Rosberg ha sido "conducido" como una locomotora por raíles y él solo ha tenido que mantener la maquinaria en buen estado y funcionamiento hasta que ha llegado a su destino final que era lograr el título mundial, algo de lo que él mismo no estaba muy convencido de querer lograr pero que se ha visto "obligado" a conseguir.
No importa cuales pudieran ser las causas que le hallan empujado todos estos años porque al final llegaríamos siempre a la misma conclusión: si no te sientes bien haciendo algo y además crees que afecta a tus seres más queridos por qué sigues haciéndolo? Déjalo y que le jodan al resto del mundo.
Pero no digas que si no lo hubieras logrado seguirías hasta conseguirlo porque entonces no tiene sentido; al menos yo lo veo así.

Lo cierto es que desde hace ya unos años, justo desde 2014, que es cuando el Mercedes se ha visto competitivo y Hamilton en plena forma otra vez, se ha visto que Rosberg no tenía esos "ingredientes" que todo campeón potencial debiera tener, (más que nada por sus propios actos o falta de los mismos) y la fama de blando o buen tipo le ha acompañado desde entonces hasta ahora que es cuando él mismo nos ha confirmado que sus peores años en la F1 han sido los que para un piloto normal debieran haber sido los mejores.

Mi conclusión por tanto es que más allá de valentía o cobardía en esta decisión, ha habido ventajismo y poca determinación por su parte. De haberse retirado antes, si tan mal lo pasaba, habría merecido muchísimo más respeto y admiración como persona íntegra que habiéndolo hecho ahora como campeón, y mostrado muchísima más valentía.




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