martes, 3 de febrero de 2015

Japón marca tendencia

Dicen los expertos que la economía es cíclica, con períodos de bonanza y crecimiento y otros más regresivos o críticos en los que no se hace otra cosa que suprimir casi todo lo que se consideraba imprescindible cuando todo era de color de rosa. Viendo cómo resurgen los programas deportivos de fabricantes japoneses tan importantes como Honda y Toyota no queda otra que dar esta teoría por buena.; entre otras cosas porque cuando ambos constructores abandonaron sus respectivos programas en la Fórmula 1, el principal motivo aludido fue la recesión económica global por la que se atravesaba. Incluso en el Mundial de Rallies otra marca japonesa como Subaru (también Ford) dijo bye bye por la misma causa dejando tras de sí un hueco en el Mundial que hasta el día de hoy no se ha ocupado. Puede que con el regreso de Toyota y toda la historia que ésta tiene en el WRC ese hueco por fin se rellene (con todos los respetos a Hyundai) ya que Subaru no tiene visos de volver ( ni siquiera tiene un modelo del segmento B) y Mitsubishi, la otra leyenda japonesa, menos todavía.




Pero no es momento de lamentarse por los que se fueron sino de alegrarse por los que han regresado.
Toyota y Honda, Honda y Toyota. Dos de los más grandes fabricantes de automóviles del mundo no podían estar un minuto más sin representación en las dos principales especialidades del motorsport.
Y vuelven por la puerta grande, con la seriedad y dedicación que sólo los japoneses saben hacer ( y de la que deberíamos aprender los occidentales) para reverdecer viejos laureles que, en el caso de Honda, fueron como motorista hacia McLaren.



 El reto no puede ser mayor para un constructor recién llegado a la F1 más tecnológica y con una competencia abrumadora ( Red Bull y Renault prometen ser muy competitivos ahora que los franceses motorizan a los austríacos en exclusiva) que le va a poner las cosas muy muy difíciles para igualar los ocho títulos que lograron 25 años atrás; para empezar la limitación en los cambios del motor supondrá un lastre con respecto a los demás equipos.
Pero el escenario, lejos de desanimarles, les ha impulsado hasta el punto de que se han llevado por delante la mala relación entre Ron Dennis y Fernando Alonso, dando a éste mucho poder en el equipo británico, proporcionalmente más que al propio Dennis. Algo tiene Alonso que a los japoneses siempre les ha atraído, recordemos que Toyota en su día le extendió un cheque en blanco, y si después de cinco años comiéndose los mocos en Ferrari fue siempre la primera opción de Honda será porque los "japos" ven más allá.




Sin embargo aquí es donde surgen las dudas y las preguntas sobre las verdaderas intenciones del asturiano; "coronado" por Honda como abanderado de su retorno a la F1, de verdad  los japoneses le habrían encumbrado tanto si Alonso sólo estuviera con ellos transitoriamente para recalar en Mercedes como se nos ha "vendido" desde tantos sitios? Sería capaz Alonso de "desgastarse" tanto durante un año para poner a punto el McLaren, que luego conducirían otros, sabiendo que al año siguiente iría a Mercedes? Consentiría Mercedes que Alonso "ayudara" a la competencia si de verdad fuese a ir con ellos en 2016?
La respuesta a estas y otras preguntas creo que es un no rotundo. Entre otras cosas porque la admiración que Alonso siente por el país del sol naciente chocaría totalmente con la espantada que significaría irse a Mercedes un año después. Quiero pensar esto.
De momento el salto cualitativo que deben dar en McLaren-Honda se antoja gigantesco si de verdad pretenden ganar carreras este mismo año; en ello están y tienen diez meses para cumplir sus expectativas.








TOYOTA Y EL WRC

Hay un refrán que dice "zapatero a tus zapatos" y Toyota parece haberse dado cuenta de cuál es su oficio tras dieciséis años. A principios del siglo XXI anunciaron su incorporación a la F1 olvidando todo lo que habían conseguido en los rallies, que fue mucho, aparte de por la cantidad (4 títulos de pilotos y 3 de marcas), por ser la única competencia de la por entonces casi imbatible Lancia y por ser el primer constructor no europeo, oriental, japonés o como queramos decirlo en ser campeón del mundo. Pero la repercusión mediática y de marketing que significaba la F1 no era comparable a la del WRC por mucho romanticismo que queramos ponerle y Toyota "sucumbió a sus encantos.
Tras siete años de infortunios y de dilapidar toda su buena reputación competitiva cerraron el chiringuito y hasta el año pasado no dejaron entrever sus intenciones.




Toyota abandonó el WRC en 1999 siendo campeón de marcas y ahora, tres lustros después, anuncian su regreso para regocijo de todos. El Mundial podría tener cinco equipos oficiales, lo que a mí me parece una cifra más que suficiente para tener un campeonato atractivo para todo y para todos. Hay quien dice que la perfección estaría en llegar a las ocho que hubo antaño en los años 2000 pero creo que es excesivo para una especialidad en la que el que no gana no se lleva nada si lo comparamos con la F1 por ejemplo. Cinco equipos oficiales garantizan diez coches punteros más otros cinco eventuales, lo que sería perfecto si hubiese suficientes pilotos como para luchar al scratch.





Y aquí surge una paradoja que nadie podría haber imaginado y es que a día de hoy contando a Toyota, no hay pilotos suficientes para tanto volante. Hace no demasiado tiempo eran los pilotos los que tenían que "emigrar" al IRC porque era inviable hacerse un hueco en el Mundial, y en España tenemos el caso por ejemplo de Daniel Solá. Sin duda esta falta de mano de obra es fruto de los años en que coincidieron la escalada tecnológica de los coches con la falta de equipos oficiales y la nula mediatización del certamen. Ahora le ha tocado a Toyota padecer ese "mal" y no lo va a tener fácil para convencer a los pocos pilotos consagrados que hay ahora en escena con un programa tan a largo plazo y sin ninguna garantía de éxito. No olvidemos que los coches han cambiado muchísimo desde 1999 y si para Honda volver a la F1 es un reto bestial y delicado a la vez, no lo es menos para Toyota.
Un segundo fracaso para ellos tras el de la F1 sería muy duro y el primer paso para el éxito exige rodearse de un grupo de profesionales con experiencia en el actual Mundial, en todos los campos, desde relaciones públicas hasta pilotos de test, y por lo que se sabe de momento, no van muy bien encaminados. Con todos los respetos de los tres pilotos de pruebas confirmados ninguno parece ser el idóneo para evolucionar un WRC actual. Sebastian Lindhom tiene 54 "castañas" y su currículum mundialista es casi nulo; Eric Camilli es un francés de 28 años que no ha corrido con un WRC 1.6 en su vida; tan solo Stephan Sarrazin tiene un bagaje en el Mundial que merezca ser tenido en cuenta y eso que sólo corrió rallies puntuales con Subaru en 2005 y 2006 ( casi nada). Sarrazin ha estado testeando el Yaris durante 2014 pero una cosa es echar a andar un prototipo y otra es ir recopilando datos sobre suspensión, mapeados del motor, etc, etc y para avanzar de verdad.




Espero que de aquí a no muchos meses halla novedades en lo que al equipo de desarrollo se refiere porque sino me temo que el proyecto podría morir antes de nacer.
Se rumorea que Tommi Makinen habría sido tentando pero ha dado calabazas al parecer; ya llevan dos rechazos, este de Makinen y el de Dani Sordo. El prólogo de esta secuela no es muy halagüeño.

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