miércoles, 19 de noviembre de 2014

Victoria y cierre

Poca historia de nuevo en la última prueba del WRC 2014, y van ni se sabe. Los Volkswagen acapararon las  primeras posiciones sin problemas y sólo la inconsistencia crónica de Latvala y Mikkelsen dieron emoción a las peleas entre Hirvonen, Meeke y Ostberg, las cuales decidieron el segundo y tercer escalón del podio.
Muy sorprendente fue ver cómo el bueno de Mikko  corrió como hacía años no se le veía (desde 2011) precisamente en su última comparecencia dentro del Mundial. Por qué no lo hizo así antes? Una cosa está clara, la velocidad no la había perdido del todo y por lo menos para pelear el tercer escalón del podio durante todo el año le habría llegado porque en un rally como ha sido el RAC de este año con los tramos tan delicados, sólo Ogier ha estado por delante y casi ni debería contar el francés porque realmente sólo corrió el viernes. Por tanto hay otra cosa que también está clara, y es que por lo que sea (cansancio, hastío, pasar mucho tiempo lejos de la familia...) Hirvonen ya no se siente motivado y sólo la despedida del Mundial le hizo sacar el talento que aún le quedaba dentro para dejar el WRC con un buen sabor de boca. Puede que echarle carreras a Loeb desgaste más de lo que pensamos. Sea como fuere el adiós de Hirvonen supone el fin de una generación de pilotos que empezó a deshacerse con la retirada de Gronholm, después la de Solberg , la de Loeb y ahora la de Mikko. Si comparamos a éstos con los actuales top drivers la cosa no pinta muy bien porque el balance de palmares entre unos y otros es demasiado grande para pensar que el nivel actual es equiparable al de hace un lustro o más. Muchos rallies tienen que ganar  Ostberg, Neuville, Sordo, Meeke y compañía de aquí a sus respectivas retiradas; sólo Latvala y Ogier aguantan el tipo.

Volviendo a lo de antes,gracias a ese segundo puesto de Hirvonen M-Sport estuvo a sólo dos puntos de alcanzar el subcampeonato de Marcas y es una pena porque pienso que el equipo británico se lo merece sin duda.Con a priori menos capacidad e incluso menos pilotos que la competencia si comparamos las duplas de cada equipo, ha estado casi siempre rondando el podio y eso para una escuadra sin apoyo oficial en estos tiempos que corren es decir mucho y si a Malcolm Wilson hay muchas cosas que reprocharle en su andadura mundialista, también hay que agradecerle otras y ésta es una de ellas. Espero que sigan así unos cuantos años más y lo cierto es que viendo cómo ya tienen pensado renovar los Fiesta R2 1.6 por los nuevos motores Ecoboost tricilíndricos y turboalimentados, la cosa no pinta mal por lo menos en el aspecto evolutivo y de marketing. Será interesante ver el nivel de prestaciones que esta nueva generación de motores dan de sí en competición. Por el bien del espectáculo espero que no sean demasiado exitosos no vayan a reducir aún más la cilindrada de los nuevos WRC en 2017.
Y ya que de M-Sport hablo, el asiento que deja libre Hirvonen parece que lo ocupará Of Tanak, un chico que no demostró mucho hace dos años en trece rallies. Menuda pareja de "imberbes". Entre la mala elección de pilotos de la que históricamente ha pecado Wilson (y parece ser ya crónico) y la falta de pilotos de nivel, se van a juntar el hambre con las ganas de comer.


Por lo que al propio rally respecta, Hirvonen y su casi olvidada competitividad pusieron la mayor emoción pero no la mayor sorpresa. Esa se la adjudicamos a Kris Meeke. El irlandés decepcionó enormemente en el que se supone su rally más propicio ( menudas liadas se montó con las numerosas horquillas que tenían los tramos, aparte de quedarse sin juegos de gomas)) y después de un año algo irregular pero con más alegrías que borrones, nos ha dejado a todos un poso amargo que aún así no creo le impida ser de nuevo piloto oficial de Citröen, perdón, de DS (es la nueva nomenclatura de los franceses para 2015) el año próximo. Eso sí, con un año entero de rodaje y con un coche mejorado (eso dicen en Citröen) las excusas no tendrán lugar. Mucho más difícil de pronosticar es la situación de Mads Ostberg que ni pincha ni corta en su andadura mundialista. Desde aquel segundo puesto en el Rally de Noruega en 2011 no se le ha vuelto a ver en disposición de ganar y yo no doy un duro por él: en estos años no ha demostrado mejoras en su conducción y sólo la falta generalizada de nuevos talentos le ha permitido tener coches competitivos. Si Kúbica vuelve a correr con los galos, ya veremos quién se queda sin puntuar para el equipo. La verdad es que da miedo la elección porque el polaco no ha demostrado tampoco un pimiento y terminar los rallies ya era un éxito. Llegados a este punto de no avance no sería mejor apostar por savia nueva como Chardonnet o Lefebvre?

Hyundai en este aspecto parece tenerlo más claro después de volvernos locos a todos con su extensa cartera de pilotos. Parece claro que los coreanos querían muchos puntos de vista sobre el I20 de cara a mejorar cada vez más pero quizá una excesiva cantidad de sugerencias sobre qué mejorar y cómo, puede hacer que se pierda la senda más directa hacia el éxito. Mientras esperamos a que el nuevo I20 WRC aparezca y todo lo hecho hasta ahora se demuestre eficaz o no, lo que sí está demostrado es que Dani Sordo es sobradamente más piloto que Hanninen, Atkinson y Bouffier tanto en los tramos como haciendo test. Habría sido de juzgado de guardia que Hyundai no renovara al cántabro para hacer pareja con un Neuville que sigue sin explotar pese a ganar en Alemania de aquella manera. Sigo teniendo serias dudas con el belga porque se le atraganta demasiado el barro y la nieve para considerarse primer piloto. En Gales corrió por inercia como si fuese un coche laboratorio. De Hanninen ni hablamos.

Y para el final dejo a VW porque su andadura hoy por hoy hay que considerarla casi aparte del resto. Han batido todos los récords de precocidad en la historia del Mundial y hasta su piloto de pruebas, un "tal" Marcus Gronholm, piensa que otro año con tal superioridad sólo dañaría el campeonato. Eso está muy bien pero también es cierto que su dinero y tiempo han invertido para ello (igual que pasa con Mercedes en la F1). Como suele pasar el éxito de unos supone el fracaso de otros  y ahí los aficionados perdemos por goleada. Seguramente el nuevo orden de salida aprobado para 2015 trata de paliar esta situación, (igual que con la acertada idea de eliminar los splits) y pese a que entiendo la postura de Ogier, creo que saldremos ganando todos. Después de todo el que sale primero sólo se perjudica en las primeras pasadas, y eso si no llueve porque sino el beneficio es total, visto lo ocurrido en Gales. Y Gales seguramente fue una de las más tranquilas victorias del bicampeón vigente porque de nuevo el trabajo "sucio", nunca mejor dicho, se lo hicieron a sí mismos Latvala y Mikkelsen. Ambos nórdicos debieron creer que corrían un rallysprint y quisieron ganar a las primeras de cambio y eso no suele salir bien con tanto barro de por medio ( impresionante cómo se deslizaban los coches sobre los caminos). A Latvala ya le conocen de sobra y mientras saque puntos para el equipo no le exigirán más, pero a Mikkelsen le tienen más como un recambio a medio plazo y si no hubiera nadie pidiendo paso por detrás estas pifias se notarían menos, pero resulta que el reciente ganador del ERC, Esapekka Lappi, es la "perla" que Jost Capito parece desear y desde luego el noruego sería el que sobrara si el joven finés llega a VW.

Dejando a un lado los test de Toyota, que aunque no dicen ni sobre su llegada al WRC no se esconden hacia los medios, los españoles deberíamos estar contentos de cara a 2015. Sordo correrá diez rallies al menos con Hyundai y en el WRC2 tendremos casi seguro tres pilotos: Pons, Suárez y Lemes. Lo que hace falta es que ésta nueva etapa sea otro paso más y no el techo.




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