jueves, 18 de julio de 2013

Duelos Históricos vol. IV: Ford Fiesta ( ST vs Turbo)


Varios meses han pasado desde la última comparativa y ya iba siendo hora de retomar la sección con otro modelo que casualmente también es Ford (al igual que la anterior entrega).Todo es debido únicamente al hecho de que desde el momento en que la marca del óvalo anunció la nueva versión del Fiesta ST con motor turboalimentado, me entraron unas ganas enormes de compararlo con su antepasado de principios de los noventa el Fiesta Turbo ( y seguro que no fui el único).
Los que hayáis leído anteriores entregas de "Duelos Históricos" ya sabéis como analizo cada coche y para los que no, pues os diré que mi punto de vista es absolutamente subjetivo y personal, pero quizá coincidamos en algunos aspectos.

Este nuevo ST lo cierto es que ya tenía buena base con una carrocería bastante atractiva y deportiva de por sí, nada que ver con el primer ST de motor atmosférico(2.0 16v y 150cv).A mi desde luego me entró por los ojos y al darse a conocer el modelo definitivo me resultó más prometedor todavía.
Quizá estéticamente lo único que no me cuadre es esa toma de aire frontal que parece una burda imitación a los Aston Martin, pero el resto está bastante bien integrado teniendo en cuenta que la época de las estridencias pasó hace tiempo. Precisamente esa época era la del Fiesta Turbo, el cual hacía gala de unas, a mi parecer, muy bien integradas molduras en los pasos de rueda y en los bajos que en conjunto con unas pequeñas rejillas en el capó cuya misión a parte de ser visualmente muy racing era mitigar la temperatura del motor( detalle este de las rejillas muy típico de los Ford RS), también unos paragolpes muy envolventes, sobretodo el delantero con esas dobles parejas de faros auxiliares más esa característica línea verde que circundaba el coche y un pequeño alerón hicieron del Turbo un coche muy diferenciado y personal. Justo lo que se llevaba en aquellos años y desgraciadamente se ha perdido en casi todos los fabricantes. Ah bueno! y no olvidemos esas exclusivas llantas de tres palos, eso si en sólo 14".

El aspecto visual ha quedado claro; el ST está conseguido pero da la sensación de que está, digamos contenido. El "viejo" Turbo se desmelena mucho más y eso me gusta.

En el habitáculo las tornas empiezan a cambiar pero me resulta curioso comprobar cómo pese a los más de veinte años que separan a ambos modelos en los asientos la filosofía no ha cambiado. Los dos montan deportivas y envolventes butacas que en el caso del Turbo es muy meritorio porque entonces solo determinados coches los incluían y actualmente parece casi que los regalan. A partir de aquí el ST es superior lógicamente, tiene un salpicadero muy refrescante y pedales a la moda, es decir, en aluminio y mejor situados aunque echo de menos el reposa-pie izquierdo, en el Turbo es perdonable pero no ahora . La dirección es eléctrica sí pero en este caso mucho mejor y más directa que la del Turbo, la cual aparte de no ser asistida (detalle éste que dejaría pasmados a muchos pero entonces la asistencia era una opción) tenía más de tres vueltas de volante(3,8) entre topes. Una burrada vamos.
Como ya he dicho, en el ST se han hecho muchas cosas bien y una de ellas es mantener las clásicas agujas en los velocímetros y demás pero ya que han vuelto a la sobrealimentación podían haber incluido un reloj de presión de la misma como sí tiene su hermano mayor el Focus ST. Habría sido un plus de deportividad y un detalle que los puristas agradeceríamos junto a un volante más currado, y eso va también por el Turbo: a dónde fueron las costuras en cuero punteado y el aumento de grosor en el aro?
Digamos que interiormente el ST es superior pero con lagunillas.

Entrados en lo que concierne a los motores y su comportamiento respectivos hay aspectos ya citados que condicionarán dicho comportamiento. Veremos.

El propulsor del Turbo tiene historia y algunos ya la conocerán, yo voy a resumirla. Su origen viene de 1980 y fue instalado tanto en los Fiesta como en los Escort deportivos de toda la década hasta que "descatalogaron" el Fiesta Turbo en 1992 por el nuevo Fiesta XR2i de 130cv (1.8 16v).Denominado CVH constaba de un solo árbol de levas y se le instaló turbocompresor para los Escort RS y Fiesta que nos ocupa. Sin embargo pese a declarar la misma potencia(133cv) el Fiesta y los Escort tienen diferencias notorias como una turbina más pequeña en el Fiesta más una electrónica propia de Ford cuando los Escort llevaban una de Bosch. Gracias a ese turbo menor la respuesta en aceleración del Fiesta apenas tenía retardo, lo que unido a un peso de 900 kilos escasos junto con un cambio bastante acertado y cerrado en las tres primeras marchas le hacían volar en cifras claro está de su época y le colocaban a la altura de coches con unos cuantos caballos más. De hecho si se comparan los desarrollos de ST y Turbo éste último sale mejor parado en proporción ya que tiene una velocidad y más de 150 kilos menos. Justo es decir que el Fiesta tiene la sexta marcha únicamente de desahogo y prestacionalmente no la necesita.
El motor del ST está en consonancia con la tendencia actual y ésta, afortunadamente no se ha olvidado de motores con chispa(eso sí, menos que antes). Con 1.600 cc turbo aspirados (la misma que el Turbo) e inyección directa declara 182cv y entre su competencia es bastante liviano con 1160 kg.
Sigue resultando curioso las sinergias que ambos coches tienen pese al paso de los años aunque sea por pura casualidad. Sin embargo puestos en la carretera las diferencias son abismales y lo que decía de aspectos anteriores que influirían en su dinamismo viene al caso ahora. Ese aspecto es la dirección y en el Turbo resulta la gota que colma el vaso para decir que meterlo en un tramo de montaña resulte un suplicio porque la potencia que desprende el motor no puede dosificarla el chasis en ningún momento( tampoco lleva ABS) y si ya en rectas o autovías el tacto es muy nervioso, en curvas la cosa puede ser un infierno y esa ventaja que otorga la potencia bruta del propulsor frente a otros modelos de la época como el 205 GTI o el Clio 16v se esfuma metidos en tramo. Creo que un autoblocante no sería suficiente y es que el problema viene de la configuración en las suspensiones,la trasera sobretodo que se antoja excesivamente dura. En este aspecto el Fiesta Turbo se asemeja a los GSI.

El ST no tiene nada que ver y frente a la alarmante pérdida de carácter que han experimentado coches como el Clio Sport, el Fiesta ha dado un paso hacia delante frente al anterior ST sin llegar a ser tan radical para que halla que ir con cuidado. Sin ser mucho más grande que el Turbo(solo tiene 4cm más de batalla) su paso por curva es abrumador y aunque va lo suficientemente duro como para levantar rueda en giros cerrados(cosa que me encanta) sus reacciones nunca son bruscas y el ritmo es de lo mejor de su segmento gracias a un peso que hoy en día es muy comedido. Por ponerle peros, no me gusta nada esa manía de vendernos como autoblocantes los nuevos controles de tracción que no hacen otra cosa que frenar las ruedas con exceso de par antes de que patinen y que también lleva el ST. Un autoblocante real distribuye ese exceso entre las dos ruedas, no lo elimina. Pero claro, con autoblocante el volante tiende a pegar pequeños tirones(si vamos rápido) y eso puede dar sustos ,con lo cual la gente no comprarían el coche.











Después de todo lo analizado uno se da cuenta de la tremenda evolución en la ingeniería de la automoción en los últimos veinte años y la descripción que haría  del Fiesta Turbo es que en línea recta no sale muy mal parado frente al ST(con 28,7 s en recorrer 1000 metros frente a 27.5) pero si salimos de la pista de pruebas quizá deberíamos llevarlo al desguace... o mejor a un museo porque el Fiesta Turbo representa la esencia que se ha perdido ahora y a la que habría que volver en parte; y me estoy refiriendo a no confiar tanto en la dichosa electrónica y dejar al conductor que conduzca, cosa que cada vez se hace menos. Es decir, que todas las autoescuelas deberían tener un Fiesta Turbo aunque yo en esta ocasión me quedo con el ST.


No hay comentarios:

Publicar un comentario