lunes, 25 de mayo de 2020

Carlos Sainz, un paso adelante

Sin ánimo de caer en frivolidades, ni siquiera un hecho tan histórico como terrible (la aparición y posterior expansión de un virus mortal para muchas personas en todo el mundo) ha detenido los "bailes" de asientos en la Fórmula 1, la famosa silly season .
Con la temporada 2019 sin estrenar los equipos ya están confeccionando lo que vendrá en 2021 y eso que el tan "cacareado" nuevo reglamento no se producirá finalmente hasta 2022 (curiosamente como en el WRC con la llegada de la hibridación) el cual parecía que haría "estragos" en el paddock con llegadas y salidas de campanillas (léase Fernando Alonso sin ir más lejos) entre los pilotos...y los equipos también porque el re-encuentro de McLaren con Mercedes como motorista ( ya en 2021) cabía suponer la "espantada" de Daimler así como de Honda que no acaba de tener claro lo que quiere ni ganando carreras como ya han hecho, un escenario impensable tan sólo dos años atrás.

Pero volviendo a los pilotos y como su condición de histórico exige (amén de otros motivos) Ferrari tenía la llave para desencadenar el efecto dominó que ya ha comenzado y que veremos cómo termina; a día de hoy tenemos a un bicampeón y a un tetracampeón  en "búsqueda activa" de asiento como aquel que dice, simplemente histórico.
La ruptura de relaciones entre Vettel y la Scudería era algo que se venía venir desde hace ya tiempo, el alemán dispuso de coche para derrotar a Hamilton y por "H o por B" acabó hincando la rodilla un año ras otro; errores no forzados, salidas de tono demasiado numerosas y excesivas, y el verse superado por otro piloto más joven, talentoso y descarado (como ya le pasó en Red Bull con Ricciardo) han dado con sus huesos en la calle y por la puerta de atrás de Maranello, quienes le hicieron la táctica de ofrecerle una renovación que no era otra cosa que una invitación a marcharse
(con una lógica reducción salarial visto su rendimiento y los techos presupuestarios futuros más la pérdida de prioridad en las estrategias, etc).
El paso de todo un tetracampeón por la Scudería ha sido más que decepcionante y si lo comparamos con su predecesor en el cargo, sale claramente "escaldado" a tenor de los coches que tuvieron uno y otro y de lo que consiguieron cada uno con ellos.


Y en estas que como suele ocurrir, además de talento un piloto necesita de ese azar para estar en el momento justo en el sitio adecuado; y Carlos Sainz lo estaba.
La progresión del madrileño en la F1 ha sido lenta pero segura; más que habituado a la presión ya desde pequeño con el padre que le tocó tener y  también ya metido en las carreras cuando le "obligaron" a ganar las WS by Renault sí o sí para subirse al Toro Rosso y después "torear" a un bicho como Max Verstappen (de lo que salió airoso con solvencia hasta el punto de que el mismo Verstappen le vetó para ser su compañero en Red Bull ) y después ser "usado" como moneda de cambio a Renault y aprender a sufrir con un coche que no estaba a su gusto y sí al de un "team-mate" duro como pocos  (léase Hulkenberg) para poco más tarde ser "repudiado" por estrategias de marketing patriótico y encontrarse sin asiento hasta que un equipo McLaren en plena reconversión vital se cruzó en su camino.

Pocas veces un piloto y un equipo habrán encajado tan bien uno con otro y es por eso que aún siendo Ferrari quien llamó a su puerta el salir de Woking me deja un poso agridulce porque el futuro a corto/medio plazo parecía muy esperanzador; como dejar algo a medias.
El crecimiento y beneficio mutuo que han experimentado piloto y escudería en tan sólo 12 meses ha sido notable; lejos del ego de un campeón y de estar de vuelta de muchas cosas, la humildad y el trabajo que representa a Carlos Sainz (junto a quizá menos talento natural que otros, todo sea dicho) es justo lo que necesitaba McLaren para encontrar su camino de nuevo tras tantas decepciones y proyectos frustrados. Y los resultados están ahí: una evolución constante y sólida en todos los campos que les ha hecho volver al podio tras un lustro y con la ilusión de volver a tener el mejor motor de la parrilla el próximo año.
La perspectiva era estupenda porque el margen de mejora de ambos ( piloto y equipo) era aún gigantesca y el sueño de luchar por todo no era una quimera ni mucho menos.

Pero ese buen hacer no podía tampoco esconderse al resto del paddock y parece que ahora mismo las urgencias y/o males que tenia McLaren las tiene también Ferrari y en Maranello quieren lo mismo que hacía Sainz en Woking; trabajo desde la humildad y la tranquilidad para no dejar de avanzar.
La diferencia estriba en que Ferrari es especial por muchas cosas y es cierto que profesionalmente el salto cualitativo de vestir de rojo y tener un coche a priori para estar mínimo en los podios es demasiado grande para rechazarlo.
Como reza el encabezado el paso adelante es más que evidente y la oportunidad de hacerse un hueco como piloto top es la que muchos quisieran y muy pocos logran pero al mismo tiempo existirá presión dado que esta oportunidad es un ahora o nunca y lo que sea capaz de demostrar Sainz en su tiempo en Maranello marcará su carrera para siempre como segundón, como campeón con la propia Scudería o como un top driver que demostró su capacidad y cercenaron en favor de otro.

Y a este respecto no debemos engañarnos por mucho que la patriótica prensa "especializada" esté ya poco menos que vaticinando una Ferrari al servicio de Sainz y con plenas garantías de luchar por todo. Aquí la estrella es Charles Leclerc que para eso han dado "boleto" a Vettel, (como el Hamilton de Ron Dennis) y hoy en día Carlos Sainz representa el perfecto piloto de perfil bajo consistente y que consigue puntos para no olvidemos luchar por un título de constructores  que también necesitan en Maranello.
Que el madrileño pueda darle la vuelta a esta jerarquía dependerá de su buen hacer y es lo que estamos deseando ver. El reto está servido.



Fotografia by @marc_gene


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