martes, 8 de mayo de 2018

Tres no son multitud

Precisamente aquello que echábamos de menos recién terminado el Tour de Corse (y que dudábamos pudiera producirse en el corto plazo) es lo que ha sucedido en el siempre deseado rally argentino; ironías de la vida.
Palos y más palos era casi lo único que merecían los tres equipos (mejor dicho dos, porque Citröen parece estar a otra cosa) tras comprobar cómo Ogier y sólo Ogier (sus compañeros Evans y Suninen no están para hacerle muchos favores quitando puntos a la competencia) se las bastaba solito para, después eso si de que su particular kriptonita llamada "Loeb" se auto-eliminara de un modo un tanto decepcionante, pasar por encima de todos los Toyota (con matices, eso si, dado que en la segunda parte del rally corso marcaron scratch tras scratch) y sobretodo de los Hyundai cuya trayectoria mundialista sigue siendo como una montaña rusa; después de cinco años en el WRC siguen encadenando fracasos como el de Córcega con actuaciones brillantes como la de Argentina sin que halla razón lógica aparente para explicar semejante metamorfosis; resulta que sus a priori pilotos especialistas de asfalto son más veloces sobre tierra; más ironías de la vida.

Dejamos la bella isla corsa con la resignación de saber que Ogier, con un Fiesta que de nuevo tiene financiación directa de fábrica, sigue siendo imbatible en el cuerpo a cuerpo, o lo que es lo mismo, en condiciones idénticas a sus rivales a la hora de salir al tramo. Por suerte en el WRC eso ocurre contadas las veces en asfalto, y en tierra... nunca. Ya sea polvo, roderas, gravilla, niebla o lluvia siempre hay algo que lastra al que sale primero, o le beneficia según la ocasión (por cierto hay que resaltar que esta vez el "señor llorón" no se quejó al respecto en todo el fin de semana) y si a ello sumamos el que la competencia por una vez haya dado pie con bola y sus pilotos estén centrados pues tenemos que Ogier sufrirá para no perder comba y ceder demasiados puntos porque como venimos diciendo, está solo contra todos y todos esos puntos que no sea capaz de sumar se los van a recortar unos u otros; de ahí que por ejemplo M-Sport a sabiendas de esto recurriese la penalización del PS en México por saltarse la ya famosa chicane y estemos aún pendientes de la resolución, que en caso de ser positiva para ellos daría a Ogier un respiro de 5 puntos extra sobre Neuville y Tanak.
Cinco puntos que no son pocos dada la inercia que está tomando el campeonato y que si en apariencia podría parecer muy desequilibrado para Ogier, creo que casi con total seguridad llegaremos a final de año con diferencias exiguas.

En este sentido, los tres siguientes rallies en Portugal, Cerdeña y Finlandia se me antojan particularmente importantes en la lucha por el título porque creo es el plazo de que disponen Neuville y Tanak para desbancar a Ogier del liderato, posición esta que opino resultará clave para destronarle definitivamente; dada la época del año que se avecina, los tramos de Portugal y Cerdeña sobretodo debieran ser muy perjudiciales para el que salga primero, es decir, Ogier, y esa es una baza que no pueden dejar escapar ni belga ni estonio ahora que sus respectivas marcas parecen haber encontrado el set up perfecto a sus coches sobre esta superficie. Si a ello le sumamos a un Sordo, un Paddon, un Meeke que no tenga cortocircuitos, incluso un Lappi o un Latvala (sobretodo en Finlandia)... la ocasión es favorable como nunca antes en la era Ogier.

Sobretodo porque por primera vez tenemos dos aspirantes reales frente al pluricampeón francés y si algún día falla uno, el otro puede que no e incluso habrá veces que estén ambos por delante como en Argentina pero creo que todo pasa porque alguno de los dos arrebate el liderato a Ogier como muy tarde en Finlandia; de no ser así en Alemania Ogier abriendo pista va a ser casi invencible (llueva o no) y en Turquía se defenderá de lo ganado en Alemania para volver a pegar un zarpazo en España y volver a defenderse o atacar según venga la climatología en Gales (que en Octubre muy bien podría ser lluviosa y beneficiar al que abra pista), acabando ya en Australia donde sería el único rally donde Ogier, saliendo primero, sufriría realmente y quizá ya fuese tarde.

Con este panorama el margen de error y la presión son inversamente proporcionales para las dos marcas asiáticas y sus pilotos aspirantes pero precisamente en ello reside la emoción y la ocasión de ver hasta dónde puede llegar cada uno y/o de qué pasta están hechos.
Neuville, por ejemplo, me sigue sembrando dudas en tanto en cuanto a que si el coche no está al cien por cien él no es capaz de darlo todo, sufre y ello se resiente en su calificación final.
En cambio Tanak lleva cinco rallies con un coche desconocido y ha hecho dos segundos y una victoria sobreponiéndose a las adversidades en más de uno y mejorando lo que parecía irreversible en un par de asistencias como quien dice hasta encontrar un set up con el que es obvio está muy a gusto (en esto también ha mejorado si escuchamos cómo habla de la evolución del Yaris),.

No olvidemos tampoco la capacidad de aguante a la presión, porque en estos momentos del campeonato Tanak la tiene toda sobre sus hombros ( y la va seguir llevando porque necesita ganar más rallies si quiere ser campeón, y yo le veo muy capaz) y lleva dos rallies de traca; me resulta muy difícil creer que Neuville hiciese lo mismo.
Por supuesto el grupo humano y técnico alrededor es crucial y aunque en este caso el dinero no creo sea problema ni para coreanos ni para japoneses (o fineses si preferimos) me da que en Toyota tienen las ideas y el camino a seguir más claro que en Hyundai (seguramente también personal con algo más de talento) aparte de a un piloto como Tanak que con exhibiciones como la de Argentina (en Córcega ya dio avisos) puede haber dado un salto cualitativo personal y profesional que le aúpe al nivel necesario ya no sólo para liderar un equipo que va para arriba descaradamente (desde que lo ficharon sabíamos que sería el líder) y "quitarle" el título a Ogier en un corto plazo (de lo que aún está a tiempo esta misma temporada tal y como sospechaba en Córcega) sino para marcar otra época quizá no tan abrumadora como sus predecesores franceses pero sí de varios años;

Poco o nada queda ya de aquel irregular jovenzuelo que volvió por dos veces a pilotar un WRC con M-Sport tras ser "castigado" un año entero allá por 2013 ante la falta de resultados (y quizá de dinero). Lo cierto es que su trayectoria es digna de ser repasada porque es un claro ejemplo de determinación y mejora personal en busca de un sueño para el que ahora no hay dudas está más que capacitado pero por el que ha tenido que luchar y sufrir, amén de "padecer" situaciones surrealistas como aparecer en la ceremonia de salida de México sin coche y con gafas de buceo; momento inolvidable.

Como decía antes, su situación actual en cuanto a edad (30 años, edad muy apropiada), experiencia ganada junto a uno de los mejores de siempre como es Ogier (esa es una de las claves de su mejora), ser rápido en todas las superficies y haberse unido a un equipo de fábrica con pedigrí y con un coche bien parido en su día y que solo puede ir a mejor, nos desemboca en lo dicho antes: un campeón del mundo en ciernes que puede marcar otro ciclo.

Por lo demás, y dejando de nuevo un poco a aparte lo que está sucediendo con Citröen y su harakiri interno por diferentes razones del que sus pilotos parecen contagiados (qué desperdicio de coche), me siguen sorprendiendo en lo negativo tanto Mikkelsen (que sigue quedándose muy atrás frente a sus compañeros cuando ellos sacan resultados) como Latvala (desde el abandono en Finlandia 2017 no levanta cabeza y este año ya está perdido como el que dice).
El noruego consiguió mucho más con muchas menos carreras en un coche que decían era indómito
(el C3) y en Hyundai no me extrañaría le acaben suplantando con lo cerrada que va a estar la pelea por el título de marcas en la cual y aunque parezca mentira Citröen aún no está desolgada.
En esta lucha yo no descartaría a Toyota, de hecho no creo que sea una locura pensar que podrían hacer doblete si Lappi ahora que ya va conocer más los rallies donde empezó en 2017, concreta los destellos que viene dejando rally tras rally. (de Latvala no sabe uno qué esperar)

Y concretar es lo que se espera que haga ese diamante en bruto llamado Kalle Rovanpera que con apenas bagaje en un R5 y en WRC2 ya se atreve a subirse a las barbas del vigente campeón del mundo en la categoría y crear un cisma dentro del equipo oficial Skoda ( con órdenes de equipo y dadas para mantener posiciones y la consiguiente desobediencia del finés) nunca visto antes y que muy bien podría compararse a lo que ocurre en F1 con Max Verstappen, aparte de recordarnos episodios históricos de un pasado añorado.
Este chaval promete porque corre muchísimo e hizo sudar tinta a Tidemand; el futuro es suyo.






No hay comentarios:

Publicar un comentario