domingo, 11 de febrero de 2018

Un Montecarlo agitado ( 2ª parte)

Con el Rally de Suecia a menos de una semana vista ( y con algo más de retraso del deseado) es hora de analizar lo acontecido en el "Monte". En plena mini-temporada invernal del WRC la temporada 2018 (valga la redundancia) nos presentó semanas atrás la primera evolución de estos fantásticos coches, puras obras de artesanía ( o ingeniería) los cuales tras un año entero de rodaje y conocimiento por parte de sus respectivos responsables de desarrollo ( y pilotos), prometen ser ahora incluso mejores.

Dicho esto y tras alabar en todas las lenguas posibles el cambio de normativa por parte de la Comisión de Rallies de la FIA que permitió "engendrar estos "Gr.B del siglo XXI" quizá y sólo quizá el "señor" Jarmo Mahonen y su equipo creyeron oportuno compensar ese gran acierto con una metedura de pata a la altura; sí, estoy refiriéndome a esa manía persecutoria y repentina que han alimentado desde la propia FIA para hacernos creer que es imprescindible "cargarse" el formato actual de los rallies porque son demasiado largos ( según ellos claro) tanto en kilometraje total (cronometrado) como en distancia de muchos de sus tramos; reconozco que mi primera impresión cuando me enteré de tal cosa fue pura náusea y después me vino enseguida a la cabeza cuál podría ser el interés oculto por el cual alguien ( la Comisión de Rallies en este caso) querría derrumbar su propia casa ahora que ésta luce como hacía mucho no lo hacía. Siempre existe un interés al que el común de los mortales no tenemos acceso y tiempo después acaba saliendo a la luz, como en el caso de la prohibición de los Gr.B.

Pero por si esto no fuese suficiente y hubiese quedado como un desvarío sin recorrido, no ha habido unanimidad en los equipos para rechazar tal locura ( Tomi Makinen por ejemplo) y eso ya me preocupa más porque parece ser que uno de los principales motivos (sino el único) es el simple hecho de ampliar el calendario de 13 a quizá 16 ó 17 rallies, lo cual claro con el formato actual sería imposible de realizar. Con esta ampliación  se daría cabida a las nuevas peticiones para albergar un rally mundialista ( Chile, África, Japón...) pero está bien claro que lo que les mueve a ello, tanto a FIA como quizá a algún jefe de equipo) es el tener más ingresos a repartir por publicidad, televisión, retorno de imagen, etc y eso al final es más dinero y ventas en versiones de calle, el fin último de todo fabricante de coches. El problema es que no parece importarles desvirtuar un campeonato que varias veces estuvo en la cumbre del Motorsport ( y las mismas veces lo arruinaron) y que como ahora vuelve a resurgir casi como en sus mejores épocas, quieren "estrujarlo" hasta que no quede un euro suelto sin pararse a pensar que los aficionados que el WRC tiene por el mundo entero queremos tramos de 35, 40 o 50 kilómetros y no por limitarlos a 20 ó 25 ganarán más audiencia televisiva y en cambio sí la perderán a borbotones. En vez de cegarse con planes de futuro intangibles debieran cuidar mucho mejor cosas más "terrenales" tales como el buen funcionamiento de la página web oficial del campeonato en su formato de tiempos online y clasificaciones porque en Montecarlo funcionó de pena (aspecto este muy ligado al cambio de empresa encargada de los trackings y cronometrajes que viene a sustituir a la española Sit y que ha tenido un estreno indigno de una campeonato mundial), o mejor dicho, no funcionó directamente.
Tampoco parece muy lógica la nueva oferta de retransmisiones en directo vía internet de todos lo tramos que más bien era una tomadura de pelo por su funcionamiento lamentable; con éste modus operandi pretenden captar más audiencias y seguidores? Mal camino llevan.

Me preocupa que los responsables del devenir de nuestro querido Mundial no sepan gestionar el éxito que tanto ha costado conseguir y espero que con la incorporación reciente de Yves Matton como Director de Rallies se olviden de querer mutar el WRC a una especie de copia mala del Mundial de Rallycros y acabemos volviendo a una nueva época oscura y decadente.

En este sentido yo lo que haría por ejemplo es aumentar a catorce los rallies a correr cada año y dejar dos o tres como reservas para entrar al año siguiente en sustitución de los tres que peor nota global saquen y así motivar a cada promotor a dar lo mejor de sí mismos, algo así como lo que ha ocurrido este año con Polonia y Turquía pero a poder ser fuera de Europa porque creo hay suficientes carreras ya en el viejo continente; parece que Japón sería esa nueva incorporación en un formato cien por cien sobre asfalto, cosa bien pensaba puesto que un rally más en alquitrán equipararía mejor la distribución tierra-asfalto global.
Veremos cómo nos acaban sorprendiendo, miedo da.

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