martes, 19 de septiembre de 2017

Liarla parda

Todo hacía indicar que el Gran Premio de Singapur sería recordado por la corroboración de uno de los acuerdos y/o rupturas más importantes de los últimos tiempos... y así estuvo la cosa el viernes cuando todas las cámaras y micrófonos acechaban en el paddock a cualquier movimiento (no solo de personas sino de papeles también). El hecho de que en los entrenos libres Mercedes volviera a demostrar que Marina Bay nunca será un trazado favorable ( es difícil de creer dado) y que tanto Red Bull como Ferrari prometieran hacerles"pupa" no parecía estar a la altura ni mucho menos (incluso los Mclaren llegaron a estar a medio segundo en algún momento).

Y en estas que amaneció el domingo de carrera con chuzos de punta "regando" sin piedad el circuito y con ambos Mercedes saliendo en la tercera línea; nada que no se hubiese barruntado ya como tampoco nadie pudo prever que una salida con agua, aparentemente como muchas otra veces (cada vez menos por desgracia) fuese a producir uno de los accidentes más sonados de los últimos tiempos, sin olvidar por supuesto las lamentaciones a consecuencia de ello tanto de Fernando Alonso como de tod@s sus fieles y feligresas por la gran oportunidad perdida no ya de hacer podio sino de ganar incluso (casi); carreras de ciencia-ficción aparte, no cabe duda hubiera sido más que morboso ver un Mclaren-Honda en el cajón habiendo finiquitado horas antes una relación marcada por el fracaso. Por todo esto no cabe duda que este ha sido un fin de semana muy solemne y ceremonioso.


GP SINGAPUR


EL BUENO: Sainz           EL FEO: Honda             EL MALO: Ferrari


Pero empecemos por el principio. Al igual que el agua sale por un grifo cuando éste es abierto, la simultaneidad en los comunicados oficiales de Mclaren, Honda, Renault y Toro Rosso fue idéntica en lo que a una corriente continua se refiere. Una tras otra se fueron completando las piezas de un rompecabezas al que a pesar de todo le siguen faltando algunas: las verdaderas condiciones en las que Carlos Sainz "salta" a Renault y el futuro de Fernando Alonso que aún está por saberse curiosamente
Cabe resaltar antes no obstante la falta total de elegancia y savoir faire de Honda una vez más, ahora eso sí ya como "regalo" de despedida para Mclaren (por si acaso las penosas evoluciones de motor estos años no hubiesen sido suficientes) en un último comunicado de prensa que no pudo ser más inoportuno y deleznable; en él, no sé muy bien si con el propósito de ensalzar a su nuevo socio italo-austríaco o por qué ( no tendría justificación de todos modos aún siendo por eso), pero la crítica y/o reproche para con Mclaren es flagrante acusándoles de falta de adaptación y de dificultades en la comunicación así a grandes rasgos además de congratularse por su nuevo socio y, atención, de auto-regalarse un nuevo plazo de tres años vista ( hasta 2020 que habrá cambio de normativa en los motores) para desarrollar una unidad de potencia competitiva; que Dios se apiade de Toro Rosso y Red Bull (sigo sin poder creer que éstos vayan a confiar en Honda con sus antecedentes,tiene que haber un plan B).
Con Honda "despachada", ahora Renault pasa a ser la principal atracción de este circo (nunca mejor dicho) motorizando a dos de los cuatro mejores equipos siendo su propia escuderia la que aspira a inmiscuirse en dicho cuarteto; menudo papelón. No cabe duda que la marca francesa es ambiciosa

 (a la altura de su palmarés e historial) al aceptar un reto de semejante calibre en el que una sola decisión errónea en la concepción del motor de 2018 puede provocar riadas de duras e inmisericordes críticas. Serán capaces de aguantar la presión? Queramos pensar que sí.
No cabe duda que tienen mucha confianza en sus posibilidades, pero no es menos cierto que a día de hoy son el tercer motor de la parrilla con diferencia (lo de Ricciardo este año y las victorias anteriores tienen en el motor un porcentaje ínfimo de relevancia y eso lo sabemos todos) y su reciente asociación con Mclaren suena más a falta de opciones mejores que a una decidida apuesta; la prueba es que Alonso no acaba de fiarse.

Y en esa duda del bicampeón sigue moviéndose Williams, con una sabida oferta de 25 millones de euros para su "buchaca" en caso de que éste se decidiese por ellos. Hasta aquí es loable su esfuerzo pero con semejante rendimiento de su coche la cosa está "muy malita" que diría aquel; lo de susto o muerte también sería apropiado puesto que si nos paramos a pensar un momento en las opciones que pueda barajar Alonso y las que tenía Mclaren antes de romper con Honda, el factor común no es otro más que la incertidumbre y falta de garantías aparte de buenas promesas e intenciones. Justo aquello de lo que han estado viviendo este último trienio sino más.
No cabe duda que el más beneficiado a corto plazo es Carlos Sainz por razones más que obvias y no es necesario ir preguntando en el paddock a diestro y siniestro a supuestos expertos o pseudo-aficionados por el tema. Si para algunos el escenario montado en Marina Bay fue catastrófico, para el madrileño supuso la mejor situación y una última actuación perfecta como despedida para un equipo que en ocasiones le ha ninguneado (sus altas esferas) y que como regalo de despedida les deja un cuarto puesto igualando la mejor carrera de "Mad" Max. La pareja Hulkenberg-Sainz tiene muy buena pinta.

Ah si, que aún no he dicho nada del "tomate". Como divertidos podría definir los instantes siguientes a dicha "marimorena" dadas las reacciones en RRSS, muchas de ellas demasiado forofistas y faltas de rigor pero bueno. Muy muy pocos fueron los que respiraron un momento antes de enloquecer y revisar las mil y una repeticiones del acto en cuestión; y después de eso, a quién hay que culpar?
Pues a nadie, yo lo tengo muy claro. Creo que fue una disputa sin más por hacerse con el mejor hueco antes de llegar a la primera curva, el santo y seña de las carreras en circuito. Algunos arrancaron peor que otros, otros se abrieron más que los unos... y al final el hueco va desapareciendo permaneciendo los mismos coches, conclusión: hostiazo seguro.
La providencia quiso que para variar, Raikkonen hiciese una salida digna (que ironías) y que curiosamente el coche de delante fuese Verstappen, vaya por Dios. Para colmo el otro "contendiente" era Vettel e hizo la salida que se le suponía a Raikkonen, abriendo su trayectoria lícitamente a sabiendas de su mala arrancada para intentar "torpedear" a Verstappen, repito, lícitamente.
No hay más de donde sacar, y ni la FIA se ha podido inventar culpables.
Personalmente flipo con los que echan el muerto a Vettel y postulan que si no le han multado es porque tendría que perderse el siguiente GP al perder sus puntos de licencia (y eso que el alemán me cae rematadamente mal) rivalizando en ese grado de alucinación con aquell@s que se metían con Hamilton por no sé todavía muy bien qué; quizá por aprovechar un lance de carrera e inclinar casi definitivamente la balanza para su cuarta corona? De verdad que la gente es la leche.


Después de lo visto en Spa, cuando en ese cuerpo a cuerpo con clara ventaja para Vettel éste no pudo con Hamilton, yo no tuve duda de que el campeón sería Hamilton, lo de Singapur ha sido una incidente de carrera fortuito pero aún si hubiese sido al contrario seguiría pensando lo mismo.
La diferencia? que unos sí suelen aprovechar sus oprtunidades y eso en situaciones de igualdad es lo que declina la balanza. Bueno eso, y que Hamilton es mejor piloto que Vettel

No hay comentarios:

Publicar un comentario