domingo, 12 de noviembre de 2017

Champions´s Sunday

Justo hoy se cumple la primera semana transcurrida desde aquel ya histórico 5 del 11 de 2017 en el cual los dos campeonatos más importantes del automovilismo mundial confluyeron en el encumbramiento de sus respectivos campeones hacia el Hall of Fame de la F1 y el WRC.
Lewis Hamilton y Sebastien Ogier, británico y francés, han logrado "oficialmente" el status de aspirantes a convertirse en los mejores pilotos de siempre en sus respectivas categorías.

No obstante y antes de proseguir, he de disculparme por mi tardanza al escribir estas líneas y no haberlo hecho cuando tocaba pero ciertos imperativos laborales me lo impidieron; más vale tarde que nunca, ese es mi consuelo.

Volviendo al asunto, estos dos fuera de serie si algo tienen en común es que para llegar a  "destronar" a aquellos que por "currículum" aún están por encima de ellos y por muy incongruente que pueda parecer, no tengo dudas de que no será necesario que igualen a éstos en lo que a títulos mundiales se refiere.  En este sentido quizá en el caso de Hamilton debiéramos poner en "cuarentena" a un "tal" Juan Manuel Fangio dado que aquella F1 era tan especial y tan lejana para todos que la proeza de alcanzar 5 títulos entonces es incomparable a los cánones actuales. El pentacampeón argentino siempre estará por encima de cualquier comparación.


El mejor Ogier 

En lo que al otro pentacampeón de rallies se refiere, nada ni nadie se interpone ya entre él y Loeb por ser considerado el mejor piloto de rallies conocido. Por lo pronto, y dejando constancia de que Ogier ni fue ni será santo de mi devoción, hay que reconocer que a dia de hoy ya ha logrado cosas que Loeb no hizo bien que porque no quiso o porque no se vio en la necesidad (cosa que Ogier si).
Sin embargo, lo que si tuvo Ogier llegado el momento de decidir cuando VW dijo bye bye fue determinación, ambición y apetito de victorias (cualidades propias de un gran campeón) que en su momento no demostró Loeb cuando le ofrecieron liderar el proyecto naciente de la marca alemana.
Con cuatro títulos ganados, incluido por todos en el top 3 de los mejores pilotos de siempre, perfectamente podría haber dicho basta junto a su marca fetiche y aquí paz y después gloria.
Lejos de eso se embarcó en un proyecto nuevo a última hora, con otras maneras de trabajar, con un compañero "afilándose las garras" sin conocer un coche ya desarrollado y lo más importante: sin el apoyo oficial de un fabricante de coches con lo que ello conlleva.
Nunca sabremos si fue más determinante todo lo dicho anteriormente o el hecho de introducir una nueva reglamentación técnica en los coches junto a una nueva generación de pilotos que empiezan a eclosionar como hacía años que no pasaba, como motivos para que Ogier halla vencido en sólo dos rallies de 13 ( a falta de Australia). Lo que sí ha sido evidente y elogiable fue la tremenda capacidad de adaptación su parte a una situación desconocida y una consciencia plena de sus limitaciones con respecto a su nueva montura que le ha valido para correr sólo cuando era factible y controlar la situación la mayoría de las veces en pos de una regularidad que ha sido al final determinante y que ha sido extensible tanto a él mismo como a sus otros dos compañeros.

Por todo ello creo que el Ogier de 2017 en M-Sport ha sido el mejor Ogier visto nunca y al igual que pienso que Kankkunen es mejor piloto que Makinen ( y posiblemente el mejor de todos) por haber sido campeón con coches, equipos y en épocas muy distintas, también creo que Ogier está al menos al mismo nivel de grandeza que Loeb a pesar del "pequeño" escalón en cuanto a coronas mundiales 
(que a buen seguro Ogier no tiene la más minima intención de igualar)

A estas alturas de año, ya es seguro que Ogier e Ingrassia permanecerán con M-Sport un año más al menos para histeria positiva de Malcolm Wilson (se lo merece por su dedicación a la causa tantos años y en peores condiciones que otros). Esta situación cuando se haga oficial, será la noticia del año y la que condicione el mercado para 2018 sin ninguna duda; algo que yo mismo no hubiera creído en absoluto tan solo unos meses antes cuando se veía al francés manifiestamente incómodo con el comportamiento del Fiesta. Sin embargo parece que fuera de eso, Ogier estaba plenamente integrado en un equipo humano que a su vez, por fin tenía el complemento que necesitaban para mejorar en todos los aspectos y dar lo mejor de sí mismos: una simbiosis perfecta que Ogier sabe valorar y que no quiere perder a estas alturas de su carrera: me atrevo a decir que con M-Sport se retirará en un plazo máximo de dos años, esté o no Ford de por medio ( que al parecer si va a estar gracias a la filial europea).
En la próxima crónica tras el Rally de Australia hablaremos más en profundidad de lo que provocará en otros equipos la permanencia de Ogier con M-Sport y especialmente en Citröen, que van de fiasco en fiasco y ya se barrunta que para evitar otro fracaso en 2018 van a implorar a Loeb porque haga un programa más amplio o incluso que corra todo el año (ojalá)


Hamilton sin límites

Durante todo el año hemos venido hablando sobre las hazañas, una tras otra, que el ya tetracampeón británico ha ido logrando en este 2017. Nadie hasta la fecha había osado arrebatar o superar un récord al "Káiser" y Hamilton lo hizo en poles, uno de los baremos que más dice de un piloto.
Es cierto que ciñéndonos al conjunto de esas frías estadísticas todavía el británico tiene un importante trecho que superar y es probable que no las alcance pero creo que para igualar o superar al heptacampeón alemán en cuanto a nivel de grandeza no le va a hacer falta.

Mucho se ha hablado también cuando Nico Rosberg era su compañero, de las debilidades de éste frente al británico y es ahora curiosamente cuando el campeón de 2016 no está ya, cuando nos damos cuenta de su auténtica valía y de que era mejor piloto de lo que muchos creímos dado que desde ese perfil bajo y lleno de mesura fue capaz de hacer perder los nervios a Hamilton en diversas ocasiones y de que éste viera fantasmas dentro de Mercedes cuando no los había. Desde entonces nadie ha podido llevar al campeón reinante a ese extremo de nerviosismo ( sino lo contrario); sólo un fuera de serie es capaz de hacer eso con otro fuera de serie ( Bottas jamás podrá hacer algo parecido) y sólo entre campeones podemos disfrutar de la emoción y excitación que nos transmitió el duelo en pista Hamilton vs Alonso en el Autódromo Hnos. Rodriguez; como han cambiado las cosas desde 2007.


También pudimos experimentar en la misma salida del GP de México, (nuestra carrera hermana con ese impresionante graderio que atraviesa el trazado como ningún otro) otro duelo entre campeones en el que Vettel quiso "morir con las botas puestas", actitud que es la que siempre queremos verle y no esa otra de llorón y quejica e incluso temerario. El problema para él fue la "intrusión" de nuevo de un Max Verstappen envalentonado tras su penalización en Austin ( totalmente justa) como sólo él sabe hacer o al menos demostrarlo en pista; su agresiva maniobra dejó sin capacidad de reacción a un Vettel que pecó en el momento clave de exceso de fogosidad y de falta de auto-control al toparse con Hamilton. Lo que pudo ser una contrarreloj del alemán por retrasar su derrota final duró tan sólo unos pocos segundos y el resto ya es historia. Ferrari encadena otro fracaso más aderezado con errores puntuales de su piloto estrella y el único con sangre en las venas; no obstante con actuaciones como las de Bakú, la de Spa o ésta última de México que fue casi como pegarse un tiro en el pié, Vettel nos sigue demostrando su alta propensión a descontrolarse cuando más se deben templar los nervios.

No dudo que tipos como Alonso o el mismo Hamilton tienen más capacidad para ello, siendo en consecuencia mejores pilotos en términos globales.
Y mientras el próximo "chico malo de la F1" termina de forjarse un sitio de cara al próximo decenio 
(léase Verstappen) con pequeñas intrusiones en el top 3 cuando el motor Renault se lo permite  (aquí es gracioso ver cómo algunos ven el vaso según les convenga respecto al motor galo; Alonso y Mclaren por un lado hablan de que los franceses ya ganan carreras mientras otros ven que los otros tres coches motorizados tuvieron que abandonar) el legado del reinante tetracampeón no parece tener un fin próximo como si parece ocurrir en el caso de su camarada del WRC. Y por el bien de la F1 esperemos que así sea unos años más pues no recuerdo un tipo tan bueno en la pista como irreverente fuera de ella en el buen sentido, que despierte admiración entre las masas por sus excentricidades en el podio o donde quiera que sea y tropezones literales por hacerse una foto a su lado en plena carrera a pie por el paddock. Yo prefiero admirar a un tipo que no pierde el tiempo en pensar lo que puedan decir de él que en otros quienes a pesar de ser muy grandes por sus cifras conseguidas siempre les acompañó una fama de marrullero bien ganada y asumida por sus muchas conductas poco elegantes.
La comparación con Schumacher está ahí y más allá de las frias cifras conseguidas por uno y otro están los méritos de uno y otro teniendo en cuenta sus épocas respectivas. 
En la década del 2000 se gozaba de impunidad total para hacer test y enmascarar debilidades gracias a la táctica del prueba-error en pista; ello daba la oportunidad al equipo de dar al piloto titular un coche con especificaciones sobradamente testadas. Hoy por hoy eso es historia y los pilotos deben sacar el mejor provecho a unos coches en comparación sin verificar y sin capacidad de mejora en caso de un error de concepción; el estrés para equipo y piloto es incomparable dadas las enormes restricciones en cuanto a uso de motores, neumáticos, gasolina, etc. Con esto lo único que digo es que en la F1 actual es más difícil ganar que en épocas anteriores.

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