lunes, 22 de agosto de 2016

Duelos Históricos vol. IX : Ford Focus RS

No sé si alguno de vosotr@s se acordará o habrá echado de menos esta sección (espero que si, y si es así decirlo porfa) pero siendo sincero yo he tenido que buscar el último volumen que "examinaba" a todo un mito como el Impreza STI ( buena osadía por mi parte) allá por finales de 2014.
Demasiado tiempo como para poder esperar que alguno pueda acordarse pero me temo que es lo que hay ya que el amateurismo es el santo y seña de este humilde rincón racing. Y aún así, poquito a poco, sois más y más los que os atrevéis a leerlo. Gracias por cierto.

El caso es que por posibilidades no ha sido en este año y pico largo porque varios y muy apetitosos han sido los coches racing (cuáles sino verdad?) que los fabricantes han ido presentando en ese políticamente incorrecto "pique", casi irracional pero bendito al mismo tiempo que de unos años a esta parte tienen casi todos ellos por sacar a la venta el modelo que pueda "partir la pana" en un sector que por suerte parece tener una vida próspera a medio plazo al menos.
De todos los que seguro podéis estar pensando he elegido el Focus RS, un coche con una reputación que mantener y que en esta su tercera generación por fin incorpora la tan reclamada tracción integral aunque con un funcionamiento muy poco convencional.
Como es costumbre en esta sección lo que queremos/quiero averiguar es si el nuevo modelo es capaz de hacernos olvidar a su ilustre predecesor y en este caso ese predecesor es el Focus RS de 2002.

 Para empezar y como el "envoltorio" es lo primero que nos entra por los ojos tenemos que detenernos en sus estéticas respectivas y aquí, así de primeras, ya me encandila más el Mk.I. 
Para empezar porque si bien la época de los Gr.A queda ya muy lejana este Focus RS calcaba las cotas y dimensiones a su homónima versión del WRC (lo cual muchos recordaréis seguro e incluso  que se limitó su producción a 5000 unidades como si de un Gr.A se tratara, tal cual), y que aún sin la rotulación propia de la versión de carreras, dichas dimensiones "engordaban" la silueta del coche lo bastante como para darle un aspecto muy diferenciador con respecto a cualquier otro Focus jamás fabricado antes, así como de la vieja escuela; y esta expresión va a ser muy recurrida ya aviso. Lo que también compartía este RS con el WRC era el bloque motor ( Zetec, rebautizado después como Duratec), calcando incluso el diámetro y carrera de los pistones, lo cual también es un punto que da pedigrí y exclusividad que hoy en día ya no ha lugar. 


Digamos que Ford proyectó el RS basándose en el coche del Mundial  ( por cierto bajo la dirección de un "tal" Jost Capito) y el reflejo de éste en la calle quedó muy patente. En ese sentido y como decía un poco antes el RS Mk.I fue como volver a la época de los Gr.A. La imagen frontal idéntica al WRC (sin pegatas si) con los agujeros de los asientos Sparco para unos hipotéticos arneses me encanta.
El RS 2016 poco o nada puede argumentar a este respecto porque el Focus ya no corre el Mundial con lo que el espejo al que mirarse o la base de carreras desde la que hacer una versión de calle no existe ya.
De hecho, el punto de partida del RS 2016 es el ST, aunque por suerte el salto entre ambos es abismal
En lo puramente estético que es lo que toca ahora eso se nota y no puedo evitar pensar que este nuevo RS va un pelin tuneado (empezando por ese color azul nitro, unas gigantes llantas negras acordes con el gigantismo tan en boga en estos tiempos y acabando por un difusor y alerón traseros que no acabo de creerme tengan un sentido cien por cien práctico) con un diseño general muy vanguardista pero sin reminiscencias racing (salvo las tomas de aire para los frenos cosa que el MK.I lleva también para favorecer corrientes de aire y enfriar mejor aún los intercoolers) ; y ya para terminar de inclinar la balanza está lo de llevar puertas traseras.

Lo diré de un modo sencillo: sólo hay dos coches a los que las puertas traseras les quedan bien y todos sabemos cuales son. Todos los demás podrán ser misiles tierra-tierra pero la primera impresión siempre será la de un compacto diésel tuneado y en el caso del RS 2016 la sensación desde determinados puntos de vista es encima  casi de monovolumen. 

A la hora de sentarnos en sus respectivos bacquets, las tornas en verdad dan un giro de 180 grados porque el tunning se concentra en el RS Mk.I. Totalmente erróneo el diseño azul del volante con un tacto excesivamente resbaladizo y unos relojes que parecen sacados de algún proveedor de recambios pirata. Pero peor es aún que hayan sustituido el reloj de temperatura de agua por el del soplado del turbo, algo intolerable en un coche de este tipo. Qué les costaba seguir la "tradición" del Escort Cosworth como por suerte sí hicieron con posteriores versiones incluyendo a la de 2016? Suspenso total.

Como decía, en el Mk.I la mezcla de aditamentos como los asientos Sparco (preciosos por cierto), el volante "truñing", los relojes "azulados",el pedalier y pomo metálicos y el botón de arranque verde ( no podía haber sido azul al menos?) dentro del habitáculo general de un Focus normal dejan una estampa muy desarmonizada ( muy de la vieja escuela), dando la sensación de que en Ford hubieran estado muy ocupados en otros campos del coche como para "perder" el tiempo en esas vanalidades de la armonía estética.
En el 2016, a buen seguro fruto de la evolución de los años, esto está superado y el diseño que en el exterior no era para nada de mi agrado es justo reconocer que en el interior está muy conseguido,salvo las toberas del aire que me parecen estar del revés (cosas del diseño supongo el cual por cierto es calcado al Fiesta) aunque pienso también que es demasiado sobrio (podría pasar casi por el de un monovolumen cualquiera) muy alemanizado y debiera haber tenido algún "retoque" más diferenciador o al menos más enfatizado empezando por el volante ( impropio de un coche así), sin llegar claro a la excentricidad del Mk.I. Siguiendo con esto me parece muy cutre que hallan dejado como opción los asientos supuestamente mejores y digo esto porque los de serie creo cumplen a la perfección su cometido y casan mejor con el resto del habitáculo aunque no impacten tanto como los magníficos Sparco del Mk.I; los cuales por otro lado han "inundado" el mercado porque casi todos los coches del sector los llevan iguales, y encima que cuesten 1.900 euros. Clamoroso error.

Comparados ya sus aspectos estéticos y ergonómico/funcionales tras los cuales el "viejo" RS puede presumir de salir con una ligera ventaja, es hora de ver cuánto y de qué manera corre cada uno.
Para empezar cabe decir que la tremenda diferencia de potencia sumada al más eficaz sistema de tracción del RS 2016 hacen que ningún paliativo posible haga dudar sobre cuál corre más y mejor.
Dicho lo cual, quizá habría que terminar la comparativa aquí...aunque por suerte en Afición al Motor un coche con 135 caballos menos y  sólo dos ruedas motrices puede seguir siendo muy recomendable.

De primeras cabe decir que el aura de coche de la vieja escuela que Ford imprimió al Mk.I brilla exponencialmente en el modo en que su motor rinde los hoy en día escasos 215cv, nada que ver con ese novísimo propulsor de la "familia" Ecoboost que Ford ha fabricado para el nuevo Mustang y retocado hasta los 350cv para el RS 2016 y que por desgracia y a pesar de estar "lleno" de par en casi todo el rango de revoluciones dejando a su predecesor en "cueros" también le hace ser mucho más asequible a la hora de ir a un ritmo realmente rápido porque entre otras cosas su peso es 240 kilos mayor y ello provoca que la "patada" del turbo soplando a tope sea proporcionalmente y literalmente menor.
Con estas premisas el RS 2016 sigue perdiendo algo de comba. porque que un coche supuestamente muy deportivo sea a la vez fácil de conducir es paradójico en si mismo por mucho que hagan diferentes mapeados de motor (el modo Drift en el RS me parece una broma de mal gusto), dirección, suspensión, escape, diferenciales, etc para intentar que ese coche sea apto para el papá de familia y el piloto frustado al mismo tiempo. Se que hoy en día abarcar los mayores focos de clientes es primordial pero deberían haber ciertos coches que permaneciesen por encima de eso y el Focus RS parece no ser uno de esos. En mi opinión eso resta mucho pedigrí y encanto a un coche que se supone debe poner las cosas difíciles a su conductor dada su "carta de presentación" (de nuevo el aura de monovolumen hormonado late sobre él). Realmente es necesario  montar un ESP con el tan súper-evolucionado diferencial Twinster (tiene nombre de helado) que se supone puede hacer de todo y al mismo tiempo además? A qué tipo de potenciales conductores va destinado el RS ahora? Quizá habría sido mejor llamarlo ST-R en vez de RS.
Me temo que los fabricantes cada vez son más cobardes y ya ni las versiones más supuestamente radicales se libran del atontamiento generalizado al que los automóviles están siendo sometidos, y por ende los conductores, cuyo nivel de conducción va empeorando inexorablemente.

Y digo esto porque el RS 2016 encima se ha mostrado como uno de los compactos más rebelde o descorsetado si lo comparamos con su competencia lo cual hace que el RS Mk.I sea más cautivador aún con ese rudo y ruidoso motor (que debería estar en un museo) que sólo corre por encima de tres mil y pico vueltas (de consumos ni hablamos) con una "patada" que hoy en día sería perseguida cual bruja en la Edad Media y que algunos todavía echamos de menos entre tanta inyección directa, cambios automáticos que incluso hacen el punta-tacón ( justo es decir que los pedales del RS Mk.I no favorecen mucho este gesto técnico) y motores turboalimentados que parecen más un V8. Dónde quedaron las sensaciones? Puede que la mayoría las "secuestrara" el RS Mk.I porque si de algo va sobrado este coche es de eso. El doble carácter que tiene este coche, el del turbo al soplar y el del autoblocante al distribuir el no poco par que genera el primero (en torno a 380 Nm reales) más la inexistencia de dispositivos electrónicos que te saquen de algún que otro atolladero hacen que llevarlo a un ritmo alto sea coto cerrado de manos adiestradas en la materia y no de neófitos (luego de las tortas de éstos nacen las leyendas absurdas) puesto que si ya en 2002 era radical, imaginemos cómo queda ahora viendo los caminos que están tomando sus actuales versiones homónimas. Poco menos que como un troglodita en una gran urbe, fuera de lugar. Y eso es lo encantador.
Obviamente la eficacia que pueda aportar un autoblocante a un dos ruedas motrices tiene un límite y necesita ayudas, como limitar el par disponible en las primeras velocidades para no "devorar" palieres, homocinéticas y embrague (o todo a la vez) a las primeras de cambio, y aún así son elementos muy expuestos por lo que a pesar de que en su época estaba en la cumbre prestacional y ahora se defendería de coches como el Fiesta ST o el 208 GTI (con similar potencia y peso) el hecho de no tener tracción total es su principal punto débil que paradójicamente a engrandecido su halo de brutalidad. En su día no le permitió hacer olvidar al Escort Cosworth y comparado con el RS 2016, potencia aparte, sólo la búsqueda de sensaciones y el sentir de verdad la conducción más pura le hacen tener una mínima esperanza de sobrevivir a su "nieto"

Y es que aquí no estamos para decir si ese nuevo diferencial con nombre de helado es la panacea y todos los demás sistemas deben tirarse a la basura pero si podemos comentar que tecnológicamente al menos ese Twinster supone un salto adelante porque gracias al empleo de la electrónica se han eliminado elementos de fricción (satélites y/o planetarios no existen, tan sólo una corona que engrana el cardan y dos embragues multidisco con sendas bombas electrohidráulicas que "reparten" el par en función de numerosos parámetros)  y eso puede supone mayor eficacia con menor peso. Hasta ahí bien pero si le damos otra vuelta de tuerca a la cosa también es cierto que precisamente la mayor ventaja de este nuevo diseño de diferencial es el abaratamiento que supone con respecto a las posibilidades de modificar el comportamiento del coche frente a otros sistemas más convencionales. Y cuando oigo la palabra barato en un coche de este tipo algo va mal. Por ello es fácil adivinar por qué tiene que acoplar y desacoplarse el tren trasero cada vez que se mueve el coche. Para salir de dudas habría que compararlo con un 4x4 "de verdad" como el del Subaru WRX STI (que ya digo que palmaría) y no con los Haldex del grupo VW o Mercedes.  Cuando se prueban los coches nuevos todo funciona de maravilla pero aguantaría bien ese Twinster  las "palizas" de ir regularmente a un circuito (de tierra o asfalto) o "salir a dar una vuelta" por carreteras de montaña solitarias durante años sin que la valvulina, las bombas o vaya usted a saber qué se volvieran locos? Yo creo que no.

En conclusión, el tan deseado durante años Focus RS 4x4 con toda su tecnología punta (que realmente sólo está en su eje trasero porque el delantero es un simple diferencial abierto) haría que todos los Focus RS Mk.I estuvieran mejor en un museo o en un desguace?;, la respuesta es ni de coña. Y teniendo en cuenta que la diferencia de potencia y tecnología es importante (por los años  habidos entre uno y otro) el mérito del RS Mk.I es enorme. Tan enorme que si hubiera tenido 240 o 250cv quizá el Twinster no hubiera sido suficiente.


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